La decisión llega tras las continuas quejas vecinales y la acogida mínima que tiene. Sólo 120 de las 2.200 casas de Vilafortuny y el Molí de la Torre lo usan
Gobernar en tierras de dragones. Cambrils vive inmersa en una crisis política eterna. La última, desatada por Junts a raíz de la contratación de un gerente, vuelve a poner en duda la estabilidad de un pacto sujeto con alfileres