La historia de Franc Artiga como entrenador del Khimki, equipo de la Premier League rusa, ha llegado a su fin, aunque su destitución ha causado revuelo en el vestuario. El club ruso prescindió de sus servicios tras caer en casa ante el Krylia Soveto (1-3), aunque pocos entienden esa decisión, ya que el Khimki, ahora mismo, se encuentra fuera de los puestos de descenso a falta de cinco jornadas.
Artiga, en la rueda de prensa posterior a esa derrota, denunció una situación insostenible en el día a día de la plantilla. Futbolistas y cuerpo técnico no perciben la totalidad de sus nóminas desde el pasado mes de noviembre y esa reivindicación pública del técnico pudo convertirse en el detonante de la decisión que tomaron los dirigentes.
La actualidad en la entidad no ha escapado de la polémica. De hecho, los futbolistas del Khimki no han ocultado su rebeldía y han decidido negarse a entrenar, primero por los pagos que se les adeuda y luego por una destitución de su entrenador que todavía les sorprende. Así se lo han comunicado a los directivos rusos y ahora queda en el aire quién jugará el próximo duelo ante el Zenit. Se contempla ahora mismo la opción de que compita el filial.
La última reunión con uno de los representantes que trabaja para la propiedad duró hasta dos horas y no se alcanzaron acuerdos entre las dos partes.
La tensa espera por los cobros que no llegan ha derivado en un estado de incertidumbre imposible de llevar. La rutina diaria se ha hecho muy incómoda, aunque, hasta este instante, los jugadores no han decidido plantarse. Los resultados deportivos no se han visto demasiado afectados, ya que el Khimki aspira a mantener la categoría como principal objetivo.
El entrenador de Cambrils se encuentra ahora en compás de espera, sobre todo para resolver su situación contractual, ya que todavía le quedaban dos años más de vinculación con el club ruso.