El Ayuntamiento de Cambrils abandona la recogida de residuos puerta a puerta. Hacía sólo ocho meses que Secomsa, la empresa comarcal responsable del servicio, había introducido este sistema en los barrios de Vilafortuny y el Molí de la Torre. Desde el inicio, se había encontrado con el rechazo frontal de los vecinos. De las 2.200 viviendas donde debía implantarse, únicamente 120 lo usaban.
Así, las zonas donde se había empezado a desplegar el puerta a puerta el pasado 1 de julio recuperarán el modelo antiguo en las próximas semanas. De hecho, todavía no se habían llegado a retirar los contenedores tradicionales, que en una próxima fase se adaptarán con los sensores de identificación personal que ya se han instalado en el resto de la ciudad.
Fuentes municipales justifican esta medida debido a los bajos índices de implementación que había tenido el puerta a puerta. «Necesitamos repensar mejor cómo aumentar los porcentajes de reciclaje y está claro que este sistema no está funcionando. Si seguimos optando solo por este, puede ser que no lleguemos a los niveles que exige la Agència Catalana de Residus», aseguran. Cambrils no es el primer municipio que revierte este sistema y otros pueblos del Baix Camp, como Capafonts o La Febró, también han desistido.
Está previsto que la semana que viene, el alcalde, Alfredo Clúa, firme un decreto para aprobar la retirada del servicio puerta a puerta. A partir de ahí, Ayuntamiento y Secomsa decidirán cómo gestionar la vuelta al sistema anterior y se abrirá un período de información con la ciudadanía afectada.
A pesar de romper con el puerta a puerta domiciliario, el Ayuntamiento mantendrá las otras actuaciones que se incluyeron en el convenio que se firmó con Secomsa, con el objetivo de alcanzar el 55% de recogida selectiva que fija Europa para 2025.
Aquí se incluyen los contenedores con identificación personal, que se pueden usar de forma voluntaria desde el 1 de enero, así como la recogida puerta a puerta comercial. Al contrario que el puerta a puerta en casas, este último sistema, en vigor desde 2022, ha tenido muy buena acogida y dispone de cerca de un millar de establecimientos adheridos.
Un 5,5% de implantación
En los ocho meses que llevaba en funcionamiento, el nuevo sistema de recogida de basura lo usaban apenas 120 vecinos, el 5,5% de las 2.200 viviendas a las que se pretendía llegar.
De hecho, los residentes de Vilafortuny y Molí de la Torre entregaron al Ayuntamiento 2.200 firmas para revertir su implantación e incluso convocaron varias concentraciones de rechazo. Finalmente, el Ayuntamiento da marcha atrás y buscará otras fórmulas para mejorar los índices de reciclaje en el municipio.