«Ya hace tiempo que estamos preparados, tanto como primera fuerza política del municipio, como yo mismo como candidato, para recoger la responsabilidad que nos toque asumir». La ruptura definitiva del equipo de gobierno de Cambrils, con la salida de los tres regidores de Junts a la oposición, abre de par en par la puerta a Oliver Klein para volver a gobernar. «Llevamos unos días observando la descomposición abrupta de un gobierno municipal que ha sido desastroso para Cambrils», expresó el exalcalde después de conocer el divorcio definitivo entre Junts y el bloque de ERC, PSC y Comuns.
Para el líder del Nou Moviment Ciutadà (NMC), el tablero político ha vuelto a la casilla de salida tras las elecciones y cree que «la población ya decidió con uno de cada cuatro cambrilenses que nos votó». Su grupo municipal, con seis regidores, tiene la llave para configurar una nueva mayoría. Bien apoyando al actual gobierno, cuyas posturas están muy alejadas tras sus crudas y continuadas críticas; o bien liderando una moción de censura. «Se han perdido casi dos años para los intereses reales de Cambrils», lamentó.

Mientras, el alcalde, Alfredo Clúa (PSC), anunció este jueves que pone en marcha una ronda de contactos con todas las fuerzas para buscar nuevos apoyos que garanticen la gobernabilidad. Actualmente suma sólo ocho regidores y le faltan tres para la mayoría. Aprobar el presupuesto para 2025 es la primera urgencia tras la crisis y puede ser el detonante para un nuevo acuerdo más estable.
A través de un comunicado, los tres grupos que se mantienen en el gobierno municipal insistieron en la «pérdida de confianza total» en Daza, «fruto de una actitud de deslealtad y carencia de compromiso con el equipo de gobierno». Por el contrario, apelaron a la «responsabilidad y sentido institucional» de las diferentes formaciones para garantizar «la estabilidad que Cambrils se merece y no parar la acción de gobierno con proyectos ya iniciados».
Un llamamiento que interpela directamente al NMC, el único grupo que puede garantizar los votos para estructurar una mayoría, teniendo en cuenta lo insalvable de las relaciones con Junts (3) y que PP (2) y Vox (2) son los otros dos partidos en la oposición.

El hasta ahora concejal de Urbanismo y Obra Pública, Enric Daza, también se abre a conversaciones con otras fuerzas y no descarta formar parte de una moción de censura junto a Klein y el PP. Juntos sumarían los once regidores necesarios para la mayoría del salón de plenos. «Hablaremos con todos los grupos, siempre que sea para trabajar por Cambrils», manifestó Daza, después de asegurar que desde su entrada en el gobierno ha sido fiel al pacto y no ha explorado otras alianzas.
En una rueda de prensa junto a sus dos compañeras de partido, Laura Mellau y Teresa Recasens, el líder juntaire se mostró muy crítico con la decisión de expulsarlo del gobierno. Una decisión que consideró «desproporcionada» e «irresponsable» y que calificó como «una cortina de humo para esconder las miserias de un gobierno que no ha sabido estar a la altura de las diferentes crisis».
En este sentido, Daza censuró que no se haya negociado la crisis interna por la contratación del gerente y aprovechó para criticar la «falta de liderazgo y de determinación» del alcalde. Entre otros asuntos, se refirió a la gestión de la crisis del personal del Ayuntamiento, las entidades deportivas, la recogida de basura puerta a puerta o los lavapiés de las playas. «Motivos para hacer una moción de censura hemos tenido», lanzó.