La empresa Mercats de Tarragona estudiará las diferentes alternativas para humanizar la plaza Corsini y generar puntos de sombra que hagan más ‘habitable’ un espacio completamente yermo, más allá de los paraguas de las terrazas. «El objetivo es generar pequeños espacios con sombras que permitan disfrutar de la plaza los 365 días del año», argumenta la presidenta de esta sociedad pública, Montse Adan.
Según explica, ahora va a hacerse un estudio en el que se plantearán las «diferentes alternativas». Pese a ello, el consistorio es consciente de que la solución no es sencilla. «Debemos alcanzar un punto de equilibrio, que es difícil porque es un espacio que permite hacer eventos y actividades que en otros sitios de la ciudad no se puede».
Por sus dimensiones, su centralidad y teniendo en cuenta que es una superficie diáfana, Corsini ha ganado un papel protagonista en los últimos años tanto en la celebración de conciertos, como de ferias y demás actividades. Hay que sumarle los mercadillos de los martes y los jueves, en los que los marchantes entran con sus furgonetas y camiones para cargar y descargar el material. Con todo, cualquier elemento que se instale deberá tener en cuenta todos estos aspectos, para que los diferentes usos de la plaza sean compatibles.
Misma filosofía
«Debemos poder llegar a un equilibrio, manteniendo la identidad y la filosofía de una plaza en la que a lo largo del año se hacen muchas actividades», sigue explicando la primera tenienta de alcalde. Todas las opciones están encima de la mesa, teniendo en cuenta los condicionantes de la propia plaza, que no permiten que puedan plantarse árboles con raíces profundas por la presencia del parking soterrado. Asimismo, la instalación de cualquier estructura deberá cumplir los requerimientos en cuanto al acceso de los vehículos de emergencias.
Adan defiende que «necesitamos estudiarlo bien porque no podemos pensar en un modelo que después no sea viable y que acabe pasándonos de nuevo lo de la última vez».
Desde la empresa de Mercats se convocó un concurso arquitectónico para diseñar la pérgola de Corsini, que finalmente acabó en un cajón. En total se presentaron una treintena de equipos que hicieron llegar sus propuestas y finalmente se escogió el proyecto Umbracle, de la empresa SEA Arquitectos SLP. Este consistía en una estructura alargada cubierta de vegetación en su parte superior, que se situaba en el extremo más alejado de la fachada del mercado. Asimismo, también incluía unos bancos de granito y unas macetas.
Finalmente, el proyecto acabo desestimándose desde la empresa de mercados por los problemas técnicos y económicos que fueron apareciendo por el camino. Y es que, la estructura que inicialmente no debía superar los 90.000 euros, finalmente superaba la suma de 120.000 euros.
La necesidad de generar más puntos de sombra es una larga reivindicación de la Associació de Veïns de Tarragona Centre, que desde el primer día ha defendido el papel de esta plaza para que los niños puedan salir a jugar.