Troya era libertad

Belleza e inteligencia como si fuera la combinación imposible. Sinónimo de mujer perversa. Helena como Eva, la mujer que nos trajo la guerra, el sufrimiento, la desesperación. La lectura de los hombres, del poder. En cambio es todo lo contrario. El mensaje es claro, si una mujer quiere poseer el conocimiento, los dioses la castigarán, ergo es mejor quedarse en casita, obedecer, ser bella hasta lo ridículo, maquillarse, estirarse, pasar hambre para no engordar y todas las memeces que nos pretenden imponer. Troya era la ciudad de la cultura, la belleza, el refinamiento, la poesía, la astronomía. Helena de Esparta huía de un régimen carcelero, donde solo se primaba la fuerza, la brutalidad, la obediencia ciega a las órdenes del jefe. Huía de una dictadura militar para vivir en una ciudad que era la capital del mundo antiguo en la Edad de Bronce. Como sería Amsterdam en el siglo 16 o París en el siglo XX. Huir de lo soez para vivir con la esperanza de un mundo donde la belleza fuese la única ley. Siempre a favor de Helena.