El Cruïlla le ha cogido el gusto a la Terra Alta. El festival asentado en Barcelona desde hace casi dos décadas se ramificó el año pasado hacia las Terres de l’Ebre y la experiencia fue tan positiva que este fin de semana repite.
La música y los vinos de la comarca se fusionarán durante tres días intensos, con epicentro en Batea y Corbera d’Ebre. Se enmarca dentro de la Primera DO Terra Alta, que concentra diversas actividades enoculturales.
El festival arrancará mañana (20.00 horas) con Judit Neddermann. La artista de Vilassar de Mar llevará su propuesta de raíces folklóricas y música moderna a la iglesia de Corbera d’Ebre. Defenderá en directo los temas de su quinto disco, Lar.
Se puede adquirir entrada para presenciar solo la actuación o para disfrutar también de una cena de gala que acompañará a la entrega de premios de los mejores vinos de la DO Terra Alta.
Para la jornada del sábado ya están todas las entradas vendidas. A las 20.30 horas, Gertrudis se subirá al escenario del campo de fútbol municipal de Batea para ofrecer el primer concierto de su gira de despedida.
El grupo de la Garriga, heredero de Dusminguet y uno de los renovadores de la rumba catalana, dirá adiós tras 25 años de prolífica trayectoria con un repaso a sus grandes éxitos: Samarreta, Bon dia vida, Si tothom calla, Tant lluny de tu, o Ara vinc d’enlloc.
Oques Grasses presentará a continuación (23.00 horas) su sexto álbum, Fruit del deliri. Será su primera actuación tras su publicación el pasado 12 de abril y después de despedir su anterior gira con un concierto apoteósico en el Palau Sant Jordi de Barcelona.
En este nuevo trabajo combina sonoridades urbanas y electrónicas con melodías más emotivas y sensibles.
El domingo, también en Batea y con un horario matutino más familiar, será el turno de El Pony Menut (11.30 horas), versión para los más pequeños de El Pony Pisador; y a las 13.00 horas, de Figa Flawas.
El dúo vallense lanzó en enero su segundo disco, La calçotada, con toques de afrobeat, rumba, reguetón, hip hop, rap, disco pop, drum’n’bass, bachata, bossa nova o electrónica.
El recinto dispondrá del espacio Village, que, tanto el sábado como el domingo, acogerá propuestas gastronómicas km 0. Será una zona «donde descansar, recuperar fuerzas y descubrir las bodegas de la comarca», apuntan desde la organización.
Contará con DJ Trapella a los platos, DJ residente en la Sala Clap de Mataró y en la fiesta Caníbal de la Sala Apolo de Barcelona.
«Tal y como quedó demostrado con el éxito absoluto de la primera edición, Cruïlla DO Terra Alta es el festival ideal para disfrutar de la música y degustar las emblemáticas garnachas de la DO Terra Alta con amigos o familia», concluyen desde la organización.