Como ocurre en la restauración, son muchos otros los sectores, actividades y negocios los que ven como aumentan de forma disparada sus gastos, básicamente en materias primeras y en energía, y sin poder repercutir los sobrecostes en los precios de sus productos, con lo que sus beneficios se reducen mucho. La luz y el gas juegan un papel muy importante en la reducción de estos márgenes, por lo que PIMEC Tarragona reclama a las administraciones que tomen medidas de contención para frenar la escalada de precios de la energía.
Uno de los negocios que sufre esta situación es la tienda de lencería y ropa Minimum, ubicada una en la calle Governador González y otra en la calle Unió de Tarragona. Su propietario, Gerard Figueras, explica que «el aumento de los precios de nuestros productos se debe principalmente al encarecimiento del transporte por los carburantes, y por la subida de la electricidad, ya que es muy necesaria para la confección de los artículos. Eso hay que sumarlo al sobrecoste que nos supone la luz de las tiendas, y todo esto no lo podemos traspasar al cliente final, con lo que perdemos mucho margen de beneficio». En este sentido, reconoce que «si repercutiéramos el sobrecoste real perderíamos muchas ventas porque los clientes no se lo podrían permitir». Sobre esto, Figueras explica que «alguna marca nos avisó de que en julio subirían los precios y justo antes compramos para todo el año para no aumentar los nuestros ni perder margen».
«Decisiones valientes»
Por su parte, el presidente de PIMEC Tarragona, Jordi Ciuraneta, habla del momento complicado por el que pasan los negocios y sostiene que «será difícil que no vayan repercutiendo en los clientes los constantes encarecimientos». Y pone énfasis en los precios disparados de la energía: «El 50% de la inflación es en la energía y las administraciones deben centrar sus esfuerzos en contener estos incrementos, y eso se conseguiría si los políticos tomaran decisiones valientes».