Si la economía de las familias ya lleva meses sufriendo por el encarecimiento del combustible, de la electricidad y de otros muchos bienes básicos, ahora la inflación les ha dado un nuevo revés al prepararse para la vuelta al cole. Los precios han subido en todos los productos necesarios para iniciar el nuevo curso, aunque algunos más que otros. Los incrementos más pronunciados se han visto en los productos de papel (más de un 23%) y en los uniformes (entre un 15 y un 20%). En menor medida, el material escolar como lápices, bolis, gomas, estuches y mochilas, entre otros, también ha aumentado de precio (un 5%), de la misma forma que los libros de texto (un 1,5%). Por ello, y en la medida de lo posible, las familias aseguran que aprovecharán y reutilizarán todo aquel material que sea posible.
De hecho, según la encuesta «Impacto de la vuelta al cole en España», realizada por la plataforma de clases particulares online GoStudent, las familias catalanas se gastarán un 29% más en esta vuelta al cole. Así, los encuestados afirman que este año el gasto por hijo ascenderá a los 429 euros de media frente a los 333 euros del curso anterior. La gran parte de este gasto proviene de la compra de libros y material escolar, uniformes así como actividades extraescolares y de apoyo (el 70% de los padres catalanes ha apuntado a sus hijos a clases particulares al menos una vez y un 52% se lo está planteando de cara al nuevo curso).
Lis Font, propietaria de la papelería Hiperoffice de la calle Antoni Rovira i Virgili de Tarragona, explica que «la gente ahora recicla más, antes te venían con unas listas exageradas, mientras que ahora son más cortas, compran lo justo y aprovechan todo lo que todavía esté en buen estado». Asimismo, asegura que las familias también muestran más interés por promociones y descuentos. Font dispone tanto de todo el material escolar como también de libros de texto bajo demanda. El precio de estos ha subido considerablemente: «Un chico que se ha llevado ocho libros se ha gastado 200 euros, mientras que los mismos costaban el año pasado unos 170», señala Font, que dice que «he tenido que repercutir en los clientes aquellos aumentos más fuertes; en productos como lápices, gomas y bolis, que el encarecimiento no ha sido tan drástico, lo he asumido yo».
Durante estos días, el movimiento en tiendas de material para la vuelta al cole es constante. Georgina Martí estaba con una de sus dos hijas –cursan tercero y quinto de Primaria– en el Abacus de Tarragona haciendo la compra para el inicio de este nuevo curso escolar: «Intentaremos aprovechar todo lo que podamos, que ya solemos hacerlo cada año, porque la verdad es que está bastante más caro que el curso pasado, pero ahora se estilan mucho los libros de actividades en los que los alumnos escriben, con lo que no los podemos reutilizar». Martí destacaba también el precio de las mochilas: «Son muy caras, y las alargamos tanto como podemos, porque una cada año no puede ser».
En la misma tienda estaba Ramón Foix con su hijo, que hará cuarto de Primaria: «Acabamos de llegar y no hemos comprado nada de material todavía, pero ya tenemos los libros de texto y lo cierto es que se han encarecido bastante, alrededor de un 10%». Y añadía: «Para cada curso lo comprábamos todo nuevo, pero en esta ocasión aprovecharemos todo lo que podamos».
La responsable de Abacus en Tarragona, Mònica Pascual, aseguraba que «como ya veíamos que los precios iban a aumentar por la inflación y los precios de la energía, desde Abacus hicimos una gran parte de las compras antes del encarecimiento, lo que nos ha permitido no tener que aumentar el precio de todos estos productos». No obstante, reconocía que «sí nos ha afectado, con una subida de alrededor de un 6%, en todos los derivados de la celulosa, es decir, los productos de papel, que es donde más se ha notado». Asimismo, Pascual destacaba el trabajo de la cooperativa con los diferentes proveedores para conseguir «un precio mínimo garantizado», para poder tener unas opciones más económicas.
Por otro lado, la jefa de Abacus en Tarragona explicaba que las compras se han avanzado mucho este verano: «Algunas familias lo compraron todo ya antes de ir de vacaciones, en el mes de julio, en gran parte por el avance del inicio del curso escolar. Antes esperaban a finales de agosto y principios de septiembre». Sobre los niveles de compra, Pascual considera que son similares a años anteriores, «hay cierta normalidad», pero señala también que «la gente se fija un poco más en aquello que ya tiene y puede aprovechar, mientras que antes era más ‘a lo grande’».
Isaura Beltrán es una tarraconense que ya ha preparado la vuelta al cole para sus dos hijos, de primero de Primaria y de primero de la ESO en la Escola El Carme. «Entre los libros de texto, todo el material y los uniformes se ha notado la inflación, ha salido bastante más caro que en los cursos anteriores», dice Beltrán, que calcula que los libros le han costado 20 euros más, aproximadamente. En cuanto al material, dice que «hemos acabado comprando la marca blanca de Abacus, que es bastante asequible, porque incluso estuvimos mirando en Amazon y en otras páginas de compra online, donde sueles encontrar cosas baratas, pero ni así, también estaba todo carísimo».
Al tratarse de un colegio concertado, Beltrán paga una cuota anual «que nos van incrementando anualmente un euro o así, y estamos pendientes de una reunión para que nos digan si con la inflación nos lo vuelven aumentar, de la misma forma que el comedor, porque claro, a ellos también les ha subido la luz y quizás lo repercutan en las familias».
La ropa también se encarece
Los uniformes tampoco se han escapado de la escalada de precios. La tienda MiniMum, situada en la calle Governador González de Tarragona, dispone de la ropa de una decena de colegios de Tarragona, Altafulla y la Nou de Gaià. Básicamente son los chandals cortos y largos de los alumnos de infantil y primaria, aunque también tienen artículos genéricos como batas, bolsas de merienda, baberos, etc.
El responsable del negocio, Gerard Figueras, explica que el aumento total de los últimos meses ha sido de entre un 15 y un 20%. Ejemplifica que los uniformes han pasado de los 50 y pico euros a los 80.
Sobre este aumento de los precios, Figueras asegura que todo lo que tenía en stock antes del encarecimiento no lo ha repercutido en la clientela, «pero de aquellas que llegan con el precio nuevo sí traspaso solo una parte al cliente, aunque pierda yo un poco de margen, porque llegará un momento en que los consumidores no podrán comprar».