Se enfrentaba a diez años de prisión por dos delitos de inducción a la prostitución de menores. Finalmente, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona ha fijado la pena en cuatro años, además de pagar una multa de 2.520 euros.
El procesado es de nacionalidad boliviana. En 2015 conoció a dos menores de 16 años, ambas extranjeras que estaban bajo la tutela de la Generalitat y que residían en un centro de menores de Tarragona. El hombre, en febrero, contactó con una de ellas y quedaron en el Camp de Mart. Él le dijo que buscaba chicas de compañía para acompañar a hombres a fiestas, viajes y mantener relaciones sexuales a cambio de recibir entre 150 y 300 euros. Ella aceptó la propuesta.
La menor, a mediados de marzo, acudió al domicilio del acusado. Ambos mantuvieron relaciones sexuales consentidas mientras ella esperaba al cliente, con el que también se acostó. Por ello, recibió 40 euros del procesado. Ella ya no se acostó con más hombres porque inició una relación sentimental con el encausado.
El mismo mes, la joven le comentó a una amiga cómo había obtenido los 40 euros. Ésta, el 20 de marzo, acudió al piso del acusado y éste le explicó que tenía un cliente, que le iba a pagar 200 euros por mantener relaciones sexuales con aquel y que ella recibiría el 40 por ciento de dicha cantidad al finalizar el servicio. La joven, con posterioridad, acudió otras tres ocasiones al piso del encausado y mantuvo relaciones sexuales con tres hombres, siendo el acusado quien cobraba los servicios.
El acusado reconoció conocer a las menores, pero negó haberles ofrecido dinero a cambio de servicios sexuales.