A la altura del número 33 de la calle Jaume I de Tarragona un hombre terminó esta madrugada ensangrentado y con heridas de bala. Le habían disparado desde un coche con los cristales tintados poco después de las 00.30 horas de la madrugada.
Los hechos se conocieron poco después de la medianoche cuando el teléfono 112 empezó a sonar en la sala de emergencias. Los testigos hablaban de oír disparos, un herido y un coche a la fuga. Al parecer el coche con los agresores era de gama alta, posiblemente un BMW, y los disparos efectuados eran con intención de ejecutar a un hombre, no de dar una advertencia.
Aunque algunas fuentes hablan de un peatón, al parecer el herido de bala estaría dentro de otro coche, un Ford Focus. La agresión con arma de fuego podría ser un ajuste de cuentas entre bandas, según una de las hipótesis que baraja la Àrea d’Investigació Criminal (DIC) de los Mossos, área que ha asumido el caso.
Las primeras patrullas policiales en llegar fueron de la Guàrdia Urbana de Tarragona que delimitaron la zona. Seguidamente, Mossos aparecía en el lugar. Los primeros han declinado a dar información del caso, dejando este apartado a la Policía Autonómica.
Disparo en el tórax
La persona herida no estaba en la calle Jaume I, sino que sufrió los disparos dentro de un coche, un Ford Focus, según algunas fuentes consultadas por el Diari. Dentro del turismo había otras dos personas, que habrían salido huyendo y habrían dejado al herido de bala en las puertas del hospital de Santa Tecla. Los médicos, al ver la herida de bala en el torso, habrían dado la voz de alarma a los Mossos mientras atendían al herido dentro de las instalaciones.
El autor de los disparos y sus compinches (se habla de dos o tres más) se habrían montado de nuevo en el coche y se habrían marchado por la calle Eïvissa. Uno de los ocupantes, el posible autor de los disparos, ha sido detenido. Tiene 35 años. Según el portal Elcaso.com incluso el arma se habría recuperado.
De Santa Tecla a Joan XXIII
El herido ingresó en el hospital de Santa Tecla, pero una vez se le había realizado un segundo diagnóstico se trasladó al hospital Joan XXIII, donde debe pasar por el quirófano dada la gravedad de las heridas de arma de fuego. Fuentes oficiales de Mossos admiten que el estado de salud del paciente es grave.
Mientras el herido de bala se trasladaba al centro hospitalario, Guàrdia Urbana y Mossos iniciaban la investigación para esclarecer lo ocurrido e identificar al agresor y a sus compinches. La primera inspección ocular del terreno, entre agentes de la Guàrdia Urbana y Mossos, habrían dado como resultado la localización de un casquillo.
La investigación sigue abierta.