La derrota frente al Ourense en O Couto dejó al Nàstic de Tarragona fuera del playoff, a 14 puntos del líder, la Cultural Leonesa, y con Dani Vidal en la cuerda floja. El cese del técnico tarraconense estuvo sobre la mesa, pero el Consejo decidió darle un voto de confianza más. El juicio final puede ser hoy en el Nou Estadi Costa Daurada. Todo lo que no sea ganar al Barça Atlètic dejará al entrenador grana en el alambre. Cuesta pensar que la paciencia vuelva a reinar en caso de no sumar los tres puntos. Son solo tres victorias en los últimos 11 partidos y la necesidad aprieta.
Los jugadores tienen claro que tras hacer fuerza fuera del campo para que su entrenador les siga dirigiendo toca hablar en el verde. Es hora de demostrar con un triunfo inapelable que con Dani Vidal se puede superar la crisis de resultados y volver a pelear por el ascenso, tal y como sucedió la pasada temporada.
El conjunto grana tiene claro que el camino para la victoria no pasa ni por el partido completo frente al Bilbao Athletic ni por la primera parte de Ourense. Frente al filial vasco se vio al peor Nàstic de la temporada en casa y en tierras gallegos se completó una primera mitad muy justita de fútbol en la que se le dieron demasiadas facilidades a un rival que las aprovechó.
Lo que está claro es que la media hora final en tierras gallegas fue esperanzadora. Allí se vio un equipo rebelde, con fe y que peleó hasta el final con corazón y fútbol. No se dejó llevar ni vendió a su entrenador. No consiguió un empate porque el portero del Ourense lo evitó, pero lo mereció y sobre todo dejó unas sensaciones para seguir creyendo en que el proyecto de Dani Vidal al frente del Nàstic tiene todavía vida por delante.
El reto ahora es darle continuidad a esos últimos 30 minutos en un escenario inmejorable para ello. El Nàstic vuelve a casa, en la que solo ha cedido dos derrotas en toda la temporada, y en la que acostumbra a ser un equipo que pasa por encima de sus rivales con intensidad y fútbol.
Los granas desean vencer y convencer y Dani Vidal deberá apostar por un once en el que están las bajas seguras de Borja Granero y David Juncà, ambos lesionados. Lo que parece claro es que Gorka Pérez, en defensa, y Óscar Sanz, en el centro del campo, serán dos de las novedades respecto a O Couto. En el resto de los elegidos no apuntan a haber grandes movimientos.
El Barça Atlètic es un rival en horas bajas que acumula ocho jornadas consecutivas sin ganar y que está en estos momentos sumergido en la penúltima posición de la tabla. Una situación crítica que ha provocado el cese de Albert Sánchez y el aterrizaje de Sergi Millà en el banquillo.
En el filial azulgrana milita un Alan Godoy que vuelve a Tarragona tras estar muy cerca de firmar por los granas en este pasado mercado invernal. Finalmente se marchó del Eldense al Barça Atlètic y allí se estrenó la pasada jornada como goleador frente al Arenteiro. En otro contexto. su regreso hubiese sido el gran aliciente del partido. Sin embargo, el futuro de Dani Vidal y del banquillo del Nàstic está en juego en el Nou Estadi y eso provoca que no haya tiempo para desviar la mirada. Hoy son más que tres puntos los que hay en juego. Solo vale ganar para continuar con un proyecto que el año pasado rozó el ascenso y ya superó momentos complicados. La fe del Nou Estadi arropará a los suyos.