El fútbol es tan peculiar porque a veces da rédito cuando no se hacen tantos méritos para ello. Al Nàstic le tocó vivir este particular contexto frente al Zamora. En uno de los partidos en los que más costó tener dinamismo y precisión en ataque en el Nou Estadi Costa Daurada se ganó. Al rescate acudió una de las artes que hace al conjunto grana un coco de la categoría. Pocos equipos dominan la estrategia como los de Dani Vidal. Allí se sienten ganadores porque hay un plan y un estudio detrás que lo permite. De nuevo, el balón parado salió al rescate en el día que más tocaba. Cuando no se puede alborotar desde el juego este es uno de los mejores recursos que existen y el Nàstic lo sabe.
Corría el minuto 92 cuando Marc Montalvo lanzó uno de esos córneres que se repiten semana tras semana en el entrenamiento dedicado al trabajo de de estrategia. Ninguna jugada a balón parado del Nàstic se basa en la El de Riudoms buscó con intención el segundo palo en un centro que superó a todos y cayó del cielo para que Gorostidi apareciera con la caña en el segundo palo. Un gol que liberó tensiones en un encuentro en el que al Nàstic le salió cara en una misma agonía que le condenó hace dos semanas en el mismo escenario ante la Cultural Leonesa. Esta vez la fortuna, o mejor dicho el trabajo, sonrió a un equipo grana que se arropó en la pizarra para conseguir el botín. ¿Qué hay detrás?
Iván Moreno es el segundo entrenador del Nàstic y el encargado de trabajar la estrategia desde la pasada temporada en la que aterrizó en el cuerpo técnico. Un técnico metódico, que ha desarrollado casi toda la parte de su carrera al frente de los banquillos, en el que Dani Vidal tiene plena confianza porque la experiencia y su dedicación le avalan, pero sus números le catapultan. El año pasado se consiguieron ocho goles de córner, siendo uno de los equipos más peligrosos en esta faceta y con Pablo Trigueros como principal estilete en este apartado con cuatro goles. Mucha culpa de este dato es suya porque aunque no lanza ni remata sí que estudia y le da la importancia que debe a una faceta del juego que en muchas ocasiones rompe partidos.
El central toledano ya no está, pero el conjunto grana no ha perdido potencial porque sigue teniendo un laboratorio efectivo, unos lanzadores precisos y unos rematadores que amenazan. Normalmente, son Víctor Narro y Ander Gorostidi los lanzadores, pero en la jugada decisiva ante el Zamora hubo un giro mágico del guion. El mediocentro vasco fue el rematador y Marc Montalvo, otro de los lanzadores habituales, botó el cuero desde la esquina. La variante no pudo salir mejor. Es lo que tiene trabajar y trabajar cada semana la estrategia en base al potencial que hay en el equipo y buscándole las cosquillas al rival, al que se estudia con dedicación hasta encontrarle el punto débil.
Estadística demoledora
El Nàstic ya suma cuatro goles de córner en lo que va de temporada y podrían haber sido más porque en casi cada partido hay una amenaza desde este contexto. Son cuatro dianas que ya se acercan a los registros conseguidos el pasado curso en el que se lograron hasta ocho goles con este arte. Con más de la mitad de la temporada por delante se va camino de superar una estadística que resultó ser excelente, pero no inalcanzable o al menos así lo parece para un equipo tarraconense que va camino de romper sus propias barreras.
Ahora el conjunto grana ya piensa en una nueva semana. El domingo toca visitar Salamanca para medirse al Unionistas. Una nueva prueba de fuego para un equipo que el año pasado se estrelló en aquel estadio y ante un rival contra el que perdió los dos partidos de liga. La kriptonita espera.