La querella contra Eder Mallo, al que el Nàstic acusa de falsedad documental y corrupción deportiva tras pitar la final del playoff de la pasada temporada ante el Málaga en la que los granas se quedaron sin ascenso tras un polémico arbitraje, sigue su camino y ayer vivió un día importante.
El martes 4 de marzo era la fecha en la que la jueza había citado a dos testigos para la instrucción del caso que se está realizando en el Juzgado de Instrucción Número 4 de Tarragona. En este momento, la jueza está recabando testimonios de todas partes implicadas para su investigación.
El primer testigo citado era la dueña del restaurante Ca l’Eulà-lia, quien había asegurado previamente haber escuchado conversaciones entre autoridades de la Junta de Andalucía y de la ciudad de Málaga, quienes, según su versión, hablaron abiertamente de tener «el partido controlado» y de que su principal preocupación era la reacción del público. Una versión, por cierto, publicada en Facebook.
La dueña del restaurante, sin embargo y según ha podido saber el Diari, afirmó a la juez que ella no había escuchado nada, ya que en el momento de la cena se encontraba en la cocina y que fue su marido el que lo escuchó todo y el que publicó en su perfil de Facebook la información. Con esta versión sobre la mesa, la jueza llamará a declarar al marido que deberá confirmar lo afirmado.
El segundo testigo citado que declaró ayer fue el camarero de Salou, supuesto amigo de Eder Mall. Según la investigación de Método 3, la agencia de detectives contratada por el Nàstic, el colegiado vasco había asegurado al camarero la noche anterior al partido lo siguiente: «Al 3 del Nàstic le tengo la matrícula tomada», en alusión a Nacho González, que fue expulsado en el minuto 63. Según ha podido saber también el Diari, la declaración del camarero fue confusa.
El proceso sigue en marcha. Hoy, en teoría, debía declarar Eder Mallo, el acusado, pero el árbitro vasco finalmente no declarará. El colegiado, que iba a declarar de modo presencial en la ciudad tarraconense o a través de videoconferencia, ha visto aplazada su declaración porque no se le ha podido notificar su citación.
Así pues, ahora hay que esperar para conocer la nueva fecha en la que Eder Mallo será citado por la magistrada. Y luego habrá que ver si viene de manera presencial al Juzgado de Instrucción Número 4 de Tarragona o bien hace su declaración de manera telemática.
¿Y ahora qué?
Tras las dos primeras declaraciones, la jueza sigue recabando información y también puede citar a nuevos testigos. De hecho, todo apunta a que el dueño del restaurante Ca L’Eulàlia será una de las nuevas voces que ofrecerá su testimonio en el Caso Eder Mallo.
Otra declaración importante será la de los Mossos D’Esquadras, el cuerpo policial que en su escrito tras el partido Nàstic-Málaga desmentían algunas de las situaciones denunciadas por Eder Mallo en el acta arbitral.
El acta firmada por el coordinador de seguridad del encuentro, Jaume Migó constaba que «en ningún caso se vio comprometida la integridad física del árbitro». En su escrito, los Mossos explicaban que el vestuario del árbitro «está en un pasillo de acceso restringido y garantizado por vigilantes de seguridad». Una versión muy diferente a la reflejada por Eder Mallo en su acta en el que aseguraba haber recibido amenazas contra su persona y su familia, tales como «vais a morir», «tu hijo va a morir», «que muera vuestra puta familia», «dad la cara y os vais a enterar», entre otros improperios.
Esta discrepancia en los escritos es la que llevó al Nàstic a denunciar a Eder Mallo por la vía penal y acusarle de falsedad documental y corrupción deportiva.
Con estos nuevos testimonios y los que quedan, la investigación judicial sigue su curso. La evolución del caso dependerá de las próximas diligencias que pueda adoptar la jueza instructora.
l Los Mossos d’Esquadra son una de las partes implicadas que resultan clave para que la jueza no archive la querella y la lleve a juicio. Su informe tras el partido contradice en varios puntos al acta arbitral de Eder Mallo y eso puede darle peso a la acusación de falsedad documental por parte del Nàstic.
