Ramon Gavarró lucía ayer orgulloso su camiseta del Barça por las calles de Puigpelat. Su camiseta y la entrada de la final de la Champions de Berlín. Es el único vecino de este pequeño municipio del Alt Camp, de 1.100 habitantes, que tuvo la fortuna de vivir en directo el partido que culminó el festejado triplete azulgrana. Recién llegado de la ciudad alemana, cansado y con los pies hinchados tras un largo viaje de 26 horas en autobús con aficionados de la Federació de Penyes de Tarragona Nord (él acudía con la del Pla), ha sido a su regreso cuando se ha llevado la mayor de la alegrías: el fichaje por el club de sus amores de Aleix Vidal, un chaval del pueblo que ha situado como nunca antes en el mapa a Puigpelat.
«A Aleix le tenemos especial aprecio. Sabíamos que podía acabar en el Barça porque el rumor existía desde hace unas semanas, y ahora que ya es oficial nos alegra enormemente», explica Ramon, que ya ha iniciado los primeros trámites para crear la Penya Barça Aleix Vidal de Puigpelat.
Tan feliz como él está su esposa, que no es otra que la alcaldesa, Marta Blanch. No sólo porque acaba de ampliar la mayoría absoluta que ya tenía con CiU y repetirá cuatro años más en el cargo, sino también porque el fichaje de Aleix por el Barça «proyecta internacionalmente a Puigpelat. Ya le seguíamos, pero ahora todavía lo haremos más».
Marta, que además de alcaldesa regenta un kiosko-estanco «en el que Aleix compraba chuches de pequeño», recuerda como si fuera ayer cuando Aleix le anunció que había fichado por el Barça infantil y ella creía que le estaba tomando el pelo. «Un día me dijo que le venían a buscar en taxi desde Barcelona, y yo le contesté que eso era imposible. Al día siguiente me hizo salir fuera del estanco, y allí estaban el taxista y el taxi de color negro y amarillo. No me engañaba».
La familia
Hace dos años en Puigpelat ya rindieron un cálido homenaje a Aleix tras su ascenso a Primera con el Almería, aprovechando que en verano pasa algunos días en el municipio en el que están afincados el padre del futbolista, Carlos Vidal, con su actual pareja, Montse;la hija de ambos y hermana de Aleix, Paula; y el abuelo paterno, Jesús. En Riudoms residen la madre de Aleix, Carmen Parreu, y sus dos hermanos mayores, Ivan y Xavier Vidal.
Paula, la hermana de Aleix, era también una de las más sonrientes ayer. «Su fichaje por el Barça ha sido tan rápido que aún no he podido hablar con él», admitía al lado de su abuela materna, María, y de su tía, Francisca. A Carlos, el padre del futbolista, la presentación le pilló trabajando en Girona. Jesús, el abuelo, ya no está para esos trotes a su edad.
El único vecino de Puigpelat que se desplazó expresamente hasta el Camp Nou para asistir a la presentación de Aleix fue uno de sus mejores amigos, Joan Tasias, de su misma quinta.
En su infancia Tasias y Aleix jugaban a fútbol en la Plaça de la Vila. No les quedaba otra, puesto que el municipio no tiene campo de fútbol ni por tanto equipo. En la actual zona deportiva sí existen en la actualidad tres pistas de fútbol sala.
A pesar de todo en Puigpelat siguen surgiendo futbolistas. Cuentan que la nueva perla es Guillem Fàbregas, un joven de 13 años que milita en el infantil B del Nàstic y a quien estuvo siguiendo el Barça. Y casualmente es lateral derecho, como Aleix Vidal. Apunten su nombre.