Cuando se construyó el nuevo mercado de Calafell se llegó a plantear qué hacer con el edificio que quedaba vacío y que acogió durante décadas a los paradistas. Incluso se llegó a insinuar que podría ser derribado.
Sin embargo la cordura venció y se preservó el inmueble a la espera de darle un uso en un momento en que las entidades estaban escasas, como ahora, de espacios para sus actividades.
El antiguo edificio ha acogido actos populares, presentación, alguna actuación y baile y en una última época era el lugar de entrenamiento para la gimnasia deportiva y la lucha.
Actividad lúdica
Esas prácticas deportivas ya fueron invitadas a dejar la instalación y se les ofreció una alternativa ya que se el edificio se ha destinado a una actividad lúdica para niños que se completará con una escuela de circo.
De momento lo que está avanzando es la instalación de un gran chiquipark con diferentes juegos, toboganes, recintos de bolas, rocódromo y camas elásticas.
La instalación del chiquipark tiene una gran relación con la zona comercial de la playa que queda a escasos metros. El objetivo es que sea una zona de recreo y juegos donde las familias podrán dejar a sus hijos mientras realizan compras con tranquilidad. El chiquipark tendrá monitores para atender a los pequeños y a quien opte por pasar un rato de diversión.
La concejal de Comercio, Luisa Lastra, explica que la instalación está abierta a todo el mundo y que los comerciantes podrán ofrecer a sus clientes vales de horas para la instalación de juegos.
Lastra destaca que además de una zona de ocio es un elemento dinamizador del comercio en la iniciativa Vilamar Centre que busca crear una nueva imagen más moderna y de servicios en toda la zona comercial de la playa.
