Al mismo tiempo que el mercado de trabajo español muestra un dinamismo que sorprende en el actual escenario de incertidumbre y que lleva la Seguridad Social a máximos (rozó los 20,6 millones el pasado 13 de abril), el desempleo de larga duración se enquista y pone en riesgo uno de los grandes retos que tiene por delante España: la reducción del paro, que, con una tasa cercana al 13%, duplica la media europea.
Por eso recientemente la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, lanzó un mensaje de auxilio a las empresas para que contraten a este colectivo que, aunque se ha reducido en los dos últimos trimestres, su peso está aumentando en el último año.
Así, hay ya más de un 30% de parados que buscan empleo sin éxito desde hace al menos dos años, lo que supone tres puntos porcentuales más que un año atrás, según un informe publicado este jueves por The Adecco Group, con datos medios del año 2022. Cabe recordar que el tiempo máximo para cobrar la prestación por desempleo son precisamente 24 meses para aquellos que hayan cotizado el tiempo suficiente, por lo que este colectivo formado por algo más de 850.000 personas no cuenta con esta ayuda, aunque puede estar recibiendo otro tipo de renta pública.
El número de parados de larga duración aumenta si se reduce el tiempo de búsqueda a al menos un año: son casi 1,3 millones de parados, el 42,3% del total, y en su mayor parte mayores de 45 años, lo que deja en evidencia el grave problema del elevado paro estructural que arrastra España desde hace años. Más si se tiene en cuenta que encadena ya 13 años largos con más de un millón de parados de larga duración, barrera que no se ha conseguido rebajar ni en los momentos de fuerte creación de empleo.
Solo dos comunidades autónomas (Castilla y León y Extremadura) han conseguido reducir el nivel de parados de larga duración en 2022, mientras que en las quince restantes se ha incrementado su peso. A la cabeza está Asturias, donde casi un 35% de sus parados lleva más de dos años en esta situación, seguida por Canarias (34,4%) y Madrid (33,2%). Pero en total son ocho autonomías (hay que incluir también a Valencia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia y País Vasco) las que tienen una proporción del paro de larga duración superior al 30%, mientras que un año atrás solo estaba Andalucía.
En el otro extremo, pese al incremento de 1,6 puntos porcentuales en el último año, Baleares continúa siendo la comunidad con menor proporción de parados de larga duración, ahora con un 19,7%, y la única donde esta variable es inferior al 20%. Le siguen Aragón (22,4%) y Catalunya (23%).
Los colectivos más afectados por esta cronificación del desempleo son las mujeres, las personas con discapacidad, los profesionales con menor formación, los trabajadores sénior, las familias monoparentales o las víctimas de violencia de género, tal y como señala otro informe de la Fundación Adecco.
Casi un 70% cobra prestación
De los tres millones de parados que hay en España a cierre de 2022, casi siete de cada diez (un 67,8%) está cobrando una prestación por desempleo, lo que supone ocho décimas más que en 2021, pero ocho décimas menos que en el último trimestre de 2019, según destaca el estudio de Adecco.
Extremadura, con un 100% de cobertura, lidera este ranking, el que Cantabria se sitúa en segundo lugar, con un 87,1%, y Baleares, con un 81,4%, es la tercera del podio. En cambio, las proporciones más bajas corresponden a Madrid (47,4%), Canarias (56,3%) y Navarra (61,7%). Cabe destacar que la brecha de cobertura entre regiones se ha ampliado del 41,3% hasta el 52,9% en este último año (que es la diferencia que hay entre Extremadura y Madrid), debido a que las tres comunidades autónomas con mayor protección han incrementado su grado de cobertura mientras que las dos autonomías con menor proporción lo han disminuido.
