El alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, recupera la propuesta para transformar Ca l’Ardiaca en un Parador de Turismo. Así lo aseguró en una entrevista a Tarragona Ràdio, en la que explicó que dentro del marco de Fitur tiene previsto reunirse con la nueva presidenta de Paradores, la exministra Raquel Sánchez, para darle a conocer un proyecto que permitiría recuperar este viejo palacete medieval ubicado en el Pla de la Seu.
«Tarragona se merece tener un Parador Nacional», afirmó el máximo responsable municipal, quien defendió que este inmueble de la Part Alta «sería un espacio ideal, que permitiría dar una solución a un problema enquistado y a una imagen que no nos merecemos como tarraconenses».
El hecho que la dirigente del PSC Raquel Sánchez ostente la presidencia de este organismo es visto como una oportunidad que debe permitir allanar el camino. Sánchez, que hasta el pasado 22 de noviembre ejerció de ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, mantiene una buena relación con el alcalde tarraconense, lo que podría contribuir a posicionar la ciudad dentro de los planes de expansión de la red de Paradores.
Asimismo, Tarragona quiere hacer valer que de las quince ciudades que forman el Grupo Patrimonio de la Humanidad «tan solo tres no lo tenemos». De hecho, en Ibiza y San Cristóbal de la Laguna ahora mismo hay proyectos en marcha, por lo que tan solo quedaría Baeza (Jaén) y Tarragona en la lista de asignaturas pendientes.
Uno de los principales problemas es que el inmueble sigue siendo privado
La red de Paradores de Turismo está formada por 97 establecimientos entre los que se encuentran edificios con historia, en la ciudad y en la naturaleza. Además, hay que sumarle los que están en régimen de franquicia en Portugal. Desde este organismo estatal se asegura que la elección de los enclaves donde se abren nuevos negocios compete a Turespaña, que es quien asume las obras de rehabilitación o de nueva construcción.
Posteriormente, este organismo cede los inmuebles a Paradores de Turismo de España, que es quien se hace cargo de la gestión y explotación, además de la conservación, mantenimiento y de la promoción turística de la red.
Propiedad privada
Preguntado sobre al respecto, Turespaña no ha respondido si Tarragona entra dentro de sus planes de expansión. Sin embargo, las alianzas políticas podrían jugar a favor de una propuesta que no es nueva. Ya en 2020, también dentro del marco de Fitur, la entonces concejal de Turisme, Laura Castel, se reunió junto al alcalde, Pau Ricomà, con el entonces presidente de Paradores Nacionales para lanzarle esta misma propuesta. Sin embargo, esta no llegó a prosperar y semanas más tarde se declaraba una pandemia que ponía en jaque a todo el sector turístico.
Otro elemento que complica cualquier solución es que, de momento, Ca l’Ardiaca sigue siendo un inmueble de propiedad privada. Preguntado sobre al respecto, la empresa zaragozana Desarrollos Arbe no ha querido hacer una valoración. De hecho, hace mucho tiempo que esta mantiene el silencio y ni siquiera cuando se apuntó que estaría hablando con una compañía especializada en inversiones hoteleras se pronunció al respecto.
La propiedad ha sido sancionada varias veces por incumplimientos urbanísticos
«No hacen ni dejan hacer», lamenta Xavier Ferrando. En el año 2006 este compró un local que forma parte de la finca, ubicada en el número 2 del Pla de la Seu. El objetivo era poder convertirlo en un pequeño restaurante familiar, sin embargo, a día de hoy todavía no ha podido acceder a su interior. Y es que la puerta de entrada queda detrás de un tablón de madera y una chapa metálica, que forman parte de la estructura de protección alrededor de Ca l’Ardiaca.
Atrapados
«Estamos en un espiral que no nos permite avanzar. Quiero buscar soluciones y les he dicho que quería comprarlo, pero han dicho que no. No quieren vender ni comprar, por lo que estamos ligados», indica Ferrando. Este considera que ahora mismo la «subasta» del inmueble es la única posibilidad para que pueda hacerse alguna cosa.
«Es como hablar con un muro y seguramente a ellos no les importa, pero yo soy tarraconense y cuando veo aquello me da vergüenza. Quiero contribuir a buscar soluciones», dice este empresario, quien avanza que tiene previsto acudir al juzgado para solicitar la «posesión» del inmueble que le corresponde.
La propiedad hace tiempo que se ha desentendido de una finca en la que ha habido problemas con los andamios, de ocupas y de filtraciones de agua hacia los inmuebles vecinos, que se han convertido en una tortura para estos. Asimismo, ayer el alcalde recordaba que «tienen unas cuantas sanciones administrativas por diferentes incumplimientos».
Viñuales mostraba su «preocupación» por la custodia de las pinturas medievales en el interior del inmueble, que hacen de este un espacio de un gran valor. De hecho, desde la Generalitat de Catalunya se han iniciado los trámites para su declaración como Bé Cultural d’Interès Nacional.