La recuperación del antiguo palacete medieval de Ca l’Ardiaca ha dado un giro en los últimos meses, que puede ser determinante. Cuando la venta forzosa parecía ser la última alternativa para desencallar el estado ruinoso del edificio ubicado en el Pla de la Seu, el Ayuntamiento de Tarragona y la empresa promotora han entrado en una nueva fase de conversaciones, en las que se han sumado nuevos actores. Según explica el Consistorio, Desarrollos Arbe está reconsiderando retomar el proyecto para construir un hotel de alto standing en las puertas de la Catedral, un negocio que pasa por la rehabilitación patrimonial del antiguo edificio, en el que se prevé la habilitación de unas cincuenta habitaciones y que en su conjunto comportaría una inversión de alrededor de ocho millones de euros.
«El proyecto está hecho y ahora están estudiando cómo encajan algunos aspecto», apunta el concejal de Territori, Xavier Puig. El edil republicano se muestra «optimista» alrededor de esta iniciativa. Y es que, según asegura, desde que pocos días antes de decretarse la pandemia los servicios técnicos municipales se reunieron para abordar el tema, la situación ha dado un giro considerable. «Cuando entré la relación entre la propiedad y el Ayuntamiento no era buena. Heredamos una situación de mala comunicación y de confianzas rotas», argumenta. En esta reunión se pusieron encima de la mesa las diferentes opciones para desencallar la situación. Entre estas estaba la venta forzosa, la posibilidad de expropiación o que se lo quedara Paradores para que explotara el negocio.
La administración local ya había iniciado los trámites para la venta forzosa, dado que la propiedad no estaba cumpliendo con sus obligaciones y no se percibía que esto fuera a cambiar. Una opción que, por otro lado, permitía allanar el camino, en el caso de que finalmente tuviera que procederse a la expropiación. «No tenemos millones de euros para quedárnoslo y hacer algo y con la venta forzosa estamos asumiendo el riesgo de que no se presente nadie, ya que entre las excavaciones arqueológicas y las restricciones que impone Patrimoni no es sencillo», argumenta Puig.
Con este contexto, el Ayuntamiento abrió una nueva vía, que es la de la colaboración público-privada. Así, se contactó con la consultora Horwath HTL, especializada en hoteles de alto standing, para explorar las posibilidades que ofrecía el espacio. «Había razones para cambiar la dinámica entre el Ayuntamiento y la empresa promotora, y este era el ingrediente que nos faltaba», indica el edil republicano. Desarrollos Arbe contrató los servicios de la compañía, que es la que se encarga de hacer el proyecto del hotel, de acuerdo con las necesidades del sector y su eficiencia.
La incorporación de este nuevo agente ha cambiado la dinámica de la relación. «Hemos hecho un hotel boutique, con encanto, en el que se busca la puesta en valor del patrimonio en un espacio único y singular», apunta Puig. Con la suma de Horwath HTL, el representante municipal se muestra convencido de que «ahora la jugada es creíble, porque tenemos a una parte que es la que nos faltaba, que es la que conoce el sector».
En esta fase, se han estudiado las diferentes posibilidades. Además de la cincuentena de habitaciones, el establecimiento contará con un restaurante. Todo ello, a partir de una rehabilitación en la que el patrimonio será «el ingrediente fundamental». El objetivo es poner en valor las pinturas góticas, los restos del antiguo palacete del siglo XIII y, en la medida de lo posible, los restos romanos que se conservan en los bajos, en los que ya se hicieron catas arqueológicas, en una fase previa. Precisamente, este legado romano ha puesto en entredicho una de las partes del negocio, que estaba contemplado en el proyecto inicial, como es la habilitación de un salón de banquetes. «Es una opción que es inviable, por lo que hay que adaptar el proyecto sin este salón y no deja de ser un handicap para el promotor», añade el responsable de Territori.
Fondos Next Generation
Esto ha obligado a reconsiderar algunos aspectos de la idea inicial, que ahora se están estudiando por parte de la empresa, ya que significa una «pérdida de oportunidades» respecto al negocio inicial. Y, en este punto, entró en juego un nuevo actor que ha contribuido en desencallar el tema. Se trata del exdirector general de Turisme de la Generalitat, Octavi Bono, que antes de ser cesado propició una reunión con representantes del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, con el objetivo de encontrar ayudas europeas dirigidas al patrimonio turístico. «El encuentro sirvió para poner en valor que hay un patrimonio histórico privado que tiene todo el valor para Tarragona, porque en este caso estamos hablando de un inmueble ubicado en las puertas de la Catedral, con un conjunto de particularidades del gótico catalán y un claustro único en muchos sentidos, que nos ayudaría a quitar el andamio», explica Puig.
El Consistorio alega que Tarragona es la única ciudad Patrimonio de la Humanidad de todo el Estado «sin un hotel de referencia patrimonial». Y, en este sentido, se está trabajando para cubrir este déficit. «Estamos en la línea de ayudar al propietario y a Horwath HTL para que trabajen una propuesta para acceder a los fondos Next Generation con el ministerio», sigue explicando el responsable de urbanismo.
La posibilidad de acceder a una de las líneas de ayuda europeas podría acelerar el hecho de encontrar una solución para la recuperación de este inmueble. Asimismo, el Ayuntamiento defiende que un establecimiento de estas características en el centro de la Part Alta permitiría diversificar la oferta turística existente, con un perfil de visitantes con un elevado poder adquisitivo y de máxima exigencia, que ahora no hay en la ciudad.