El gobierno municipal del Ayuntamiento de Tarragona está en pleno proceso para generar recursos y evitar la «situación de quiebra» en 2024 ante la falta de 14 millones de euros. Por ello, aparte de estudiar vías para incrementar los ingresos, como la subida del IBI en un porcentaje de dos dígitos, también se analizan las posibles acciones de ahorro. Y hay una que el ejecutivo del alcalde Rubén Viñuales tiene claro que buscará acordar en breve con los partidos de la oposición: la derogación de la bonificación del 50% del IBI por la instalación de placas solares.
Por ello, el gabinete del PSC sondeará hoy al resto de grupos con una propuesta para eliminar esta ayuda, que está en vigor desde el 15 de octubre de 2021 y a la que en 2022 se presentaron un total de 437 solicitudes, según se desprende de un informe elaborado por el Departament de Tresoreria. En este documento se especifica que este año ya se han reconocido 106 bonificaciones por un importe total de 54.245 euros, lo que representa que la ayuda media por cada finca bonificada asciende a 511,75 euros cada año. Asimismo, los técnicos recalcan que, por lo que se refiere a los datos de este 2022, el 90% de las peticiones ya han sido aceptadas.
Paralelamente, teniendo en cuenta que las bonificaciones del impuesto son para un periodo de cinco años, las estimaciones de los especialistas municipales son que el impacto en el presupuesto de la Plaça de la Font crezca de forma exponencial durante los próximos años, pasando de los 54.000 euros de este 2023 hasta los 1,2 millones de euros al final de este mandato en 2027, con un gasto acumulado de 10,9 millones de euros hasta el año 2035.
«Ya lo impulsan otros entes»
Independientemente de los números de Tresoreria, en el expediente hay un informe firmado por la concejal de Hisenda y Serveis Interns, Isabel Mascaró (PSC), en el que justifica la derogación de la ayuda en el hecho de que «las actuaciones y proyectos de eficiencia energética y energías renovables están siendo impulsadas por otras administraciones».
En su escrito, la teniente de alcalde y máxima responsable del área económica recuerda que la bonificación fue aprobada en julio de 2021 «con la voluntad y objetivo de fomentar el uso de energías renovables», pero recalca que desde finales de ese mismo año «en el marco del plan de recuperación y resiliencia financiado por la Unión Europea con el Next Generation, estas inversiones han sido objeto de subvención y de ayuda por parte de la administración estatal y autonómica».
Por todo ello, Mascaró propone «la derogación» de la bonificación, cuyo importe máximo es de 600 euros anuales para destinarla a inmuebles destinados al uso de vivienda.
Sin aval seguro
De momento, sin embargo, el PSC no tiene asegurada la mayoría para poder tirar adelante la derogación de la bonificación del IBI, como tampoco la tiene asegurada para rebajar el impuesto en un 90% a los clubes deportivos. Esta última medida, que el ejecutivo inicialmente quería llevar al pleno de este viernes, finalmente todo apunta que se quedará de momento en la comisión de estudio ante el hecho de que los socialistas solo tenían el apoyo de Junts y Vox. Hoy se hablará de ello en la comisión.
Por lo que se refiere a la derogación de la ayuda por las placas solares, las formaciones de la oposición se muestran muy críticas. «Es un paso atrás en el fomento de las energías renovables y la sostenibilidad. No se pueden eliminar este tipo de medidas sin poner ninguna más sobre la mesa, es necesaria una alternativa», afirma la portavoz de Esquerra, Maria Roig, quien considera «imprescindible» seguir «impulsando acciones que nos hagan avanzar en la lucha contra el cambio climático».
Javier Gómez (Vox) también critica la propuesta. «No estamos de acuerdo. La escalada de precios de la electricidad ha llevado a muchas familias a instalar un sistema de consumo fotovoltaico que ha supuesto un esfuerzo y que estaba sujeto a bonificaciones», afirma.
Desde Junts, Jordi Sendra no tiene claro su posicionamiento. «En campaña defendimos la bonificación, e incluso subirla al 75%. Si ahora quieren eliminarla, lo que pediremos será que este dinero se destine a frenar la subida del IBI. Estamos a la espera de la propuesta del gobierno», indica el concejal juntaire.
Finalmente, En Comú Podem no descarta ningún escenario. «Esta bonificación no nos gustó cuando la instaló el gobierno Ricomà, ya que facilita la instalación de placas en chalés donde la amortización es muy rápida y es muy fácil ver el ahorro. La lucha efectiva contra el cambio climático no llegará nunca por la vía de las exenciones fiscales», indica el portavoz, Jordi Collado, quien afirma que «estamos dispuestos a eliminar la bonificación, pero esperamos más de este gobierno». Y concreta: «Queremos un plan con una empresa municipal de energía (transformando la EMDE), recursos para impulsar comunidades energéticas (como propusimos al gobierno de ERC), avanzar en el plan de ahorro propio de la corporación, avanzar en la eficiencia de los edificios municipales o empezar a utilizar agua no potable para limpiar las calles».