La asociación Marea Blava Serveis Penitenciaris de Catalunya ha elaborado un informe sobre las agresiones y tentativas de agresiones sufridas por el funcionariado en las cárceles catalanas y centros abiertos (para internos de tercer grado que solo duermen en las instalaciones). Los datos recopilados en los 13 centros, facilitados por la Generalitat (competente en materia de prisiones en Catalunya), reflejan la evolución de los casos detectados en estos primeros 8 meses de 2023 y las comparativas con 2022.
En el caso de la provincia de Tarragona, el centro penitenciario de Mas d’Enric, se encuentra entre las cárceles con menos agresiones registradas. En estos 8 meses de 2023, de enero a agosto, el número de incidentes asciende a 30, siendo 4 de graves y otros 26 de leves. Actualmente la población reclusa de la cárcel situada en El Catllar es de 811 internos, 34 de los cuales mujeres y entre ellas la mediática Rosa Peral.
Además del centro penitenciario, la ciudad cuenta desde febrero de este año con el Centre Obert Tarragona, el espacio destinado a los presos de tercer grado que sólo duermen allí. Hay 114 hombres y 12 mujeres, un total de 126 internos con datos de esta primera quincena de noviembre.
250 días de baja laboral
Los cuatro incidentes graves sucedidos este año en Mas d’Enric ocurrieron en el primer trimestre de este año. Dos fueron en el DERT (módulo destinado a presos conflictivos y que se encuentran aislados) y otros dos en otros módulos de la cárcel situada en el término de El Catllar. En el Centre Obert no se ha contabilizado (desde su puesta en marcha) ningún caso de agresión o tentativa.
Los cuatro incidentes terminaron con funcionarios lesionados, de mayor o menor gravedad. Pero todos ellos tuvieron que pasar por la mutua de trabajo y estuvieron de baja. La suma de estos días supera los 250, según han informado fuentes conocedoras del caso.
Intentos de agresión o ataques fallidos
En esta misma tabla de datos elaborada por Marea Blava, se han contabilizado 21 acciones de agresión en grado de tentativa. Así, el número de ataques o intentos se eleva a 51 la cuarta parte de Brians 1, la cárcel más conflictiva de este año. Por debajo de Mas d’Enric se encuentra la prisión de Lledoners con 36 (agresiones o intentos) o el de Dones de Barcelona con 3.
El informe intenta reflejar que las medidas que el Departament de Justícia, Dret i Memòria de la Generalitat que impulsó en el mes de marzo para alcanzar el objetivo de cero agresiones no se han puesto en marcha en la medida y eficacia que se requiere.
Ello, según la asociación, refleja que en algunos centros la violencia se ha disparado, ya sean agresiones sexuales graves (se contabilizan 16 con 17 víctimas, ninguna en Mas d’Enric) donde funcionarias, voluntarias, enfermeras o educadoras han sido las víctimas de presos.
Los sindicatos siguen reclamando más personal, mejores instalaciones y nuevos métodos de contención. En este último apartado es donde los funcionarios encargados de la vigilancia exigen más medidas de seguridad para que los posibles ataques de los presos se neutralicen con más eficacia y menor riesgo de lesiones, tanto del vigilante como del propio interno que se debe reducir.
Aunque la cárcel de Tarragona tiene un número de agresiones inferior a 2022 (34 por 30 casos estos 8 meses de 2023), no se puede bajar la guardia admiten las mismas fuentes y que el objetivo es que la cifra baje si se puede dotar de recursos al funcionariado que trabaja.
La seguridad en las cárceles y centros abiertos de Catalunya es uno de los caballos de batalla que hay entre asociaciones y sindicatos, que la próxima semana tienen elecciones. El debate celebrado el viernes pasado día 10 de noviembre (programado por Marea Blava) tuvo la temática de las agresiones como uno de los principales focos de debate entre CSIF, ACAIP, CATAC. En este debate electoral se ausentaron UGT y CCOO.