Disminuir los alimentos ‘poco saludables’ como zumos, galletas, cereales de desayuno azucarados y, en general, alimentos altamente procesados y enriquecidos en azúcares; reducir la ingesta de carnes rojas y procesadas; incrementar legumbres y alimentos integrales; reforzar los lácteos no azucarados; potenciar los alimentos estacionales y de proximidad; respetar la sensación de hambre expresada por los niños; y comer en familia. Son algunas de las principales novedades que recoge la actualización de la guía L’alimentació saludable en l’etapa escolar 2017, publicada por L’Agència de Salut Pública de Catalunya (ASPCAT), así como su anexo Recomanacions per millorar la qualitat de les programacions de menús a l’escola.
«Reducir habitualmente la ingesta de alimentos altamente procesados supone una mejora sustancial para los niños en etapa escolar», afirma Gemma Salvador, dietista-nutricionista responsable del Programa de revisió de programacions de menús escolars a Catalunya (PReME), de l’Àgència de Salut Pública de Catalunya.
Por su parte, la también dietista-nutricionista Rosa Baró, del centro Alomar (Reus), añade que «en un mercado con una mega oferta en productos, nos perdemos con el mensaje de la moderación y debemos ser más claros. El problema de la alimentación infantil no es que los niños coman poca verdura, es que comen demasiados productos superfluos. No es cuestión de que coman bien, sino de que dejen de comer mal».
Practicar con el ejemplo
Los padres son el espejo en el que se miran los niños. En opinión de la experta en alimentación, aunque muchos niños comen en la escuela, sigue siendo en casa donde se hacen las comidas principales. «La labor de los padres es muy importante, deben procurar que la oferta de alimentos sea variada y equilibrada, y en un espacio de comunicación y aprendizaje agradable y saludable», detalla Gemma Salvador.
Rosa Baró: «Acostumbrar a los hijos o hijas, cuanto antes, a que coman de todo y a degustar los sabores de distintos alimentos requiere tiempo, paciencia, constancia y cocina.La variedad en la alimentación sigue siendo un hándicap en muchos hogares. «Acostumbrar a los hijos o hijas, cuanto antes, a que coman de todo y a degustar los sabores de distintos alimentos requiere tiempo, paciencia, constancia y cocina. La clave, para educarles en hábitos alimentarios saludables, está en ofrecerles una alimentación variada desde los primeros años de vida», explica Rosa Baró. En su opinión «es difícil que el niño o la niña aprenda a comer bien si no se le da la posibilidad de tomar contacto con una gran variedad de alimentos».
También es importante la labor que hacen los comedores escolares en la educación alimentaria de niños y adolescentes. «Al papel clave que representa para la salud el acto de comer, se suman, con no menos importancia, el aprendizaje de normas de conducta y de actitudes de cuidado de uno mismo, y la socialización», explica Rosa Baró.
Este ideal también pasa por incrementar el consumo de frutas y verduras de temporada. Recomendaciones en las que se insiste durante todo el documento. «Aun siendo grandes productores de una gran variedad de fruta estacional, comemos poca fruta», asegura Gemma Salvador. A este disfavor que le hacemos a la salud, hay que añadirle otro: el sustituir la fruta entera por zumos. «Los zumos son una forma puntual de ingerir fruta, la habitual tiene que ser entera, ya sea troceada, pelada, sin pelar…», añade la dietista-nutricionista.
Más alimentos integrales
Desde el desayuno hasta la cena, pasando por el almuerzo, la comida y la merienda, «el consumo de variedades de pasta y arroz integrales, también en el caso del pan, es más saludable», recomienda la guía L’alimentació saludable en l’etapa escolar 2017. El objetivo, según Gemma Salvador, es «incrementar la ingesta de fibra». Una dieta alta en fibra es más rica en nutrientes y contribuye al correcto funcionamiento del tracto digestivo. Las recomendaciones de ingesta de fibra son de 25 gramos por persona y día, en una dieta equilibrada.
«De riqueza nutricional extraordinaria». Así describe Gemma Salvador el ‘poder’ de las legumbres, además de recomendar que «se incremente su presencia en diferentes formatos, lejos de las clásicas ensaladas en verano y de los guisos en invierno». De hecho, la guía pone al alcance de las escuelas y familias ejemplos de programación de menús por temporada. «Hoy en día existen recetas para dar y tomar. En el mismo Canal Salut, en el espacio de Vida Saludable y Alimentación, se pueden consultar recetas saludables, más de un centenar, que tienen entre sus ingredientes principales el aceite de oliva virgen extra, productos vegetales, carnes con bajo contenido en grasa, etc.», asegura la dietista-nutricionista.
Contra el despilfarro de comida
La guía también remarca «el respeto al apetito de los niños». La dietista-nutricionista Gemma Salvador asegura que «como valor alimentario, es importante transmitir que resulta mucho más útil servir poca comida, ofreciendo la opción de repetir». «Es una estrategia muy efectiva contra el despilfarro de alimentos», concluye Gemma Salvador.