Los trabajadores de la planta de compostaje Secomsa de Botarell han desconvocado la huelga tras llegar a un acuerdo con la empresa y casi un mes de movilizaciones. Según ha anunciado el miembro del comité de huelga y delegado de la CGT Ignasi Risalde, el acuerdo blinda la reducción de la jornada a 35 horas semanales, la reorganización de las rutas de recogida de basura, la renovación de la maquinaria y mejoras salariales por antigüedad, entre otros. «Ha sido una victoria contundente y la plantilla está contenta», ha celebrado Risalde. La huelga, iniciada el pasado 2 de septiembre, estaba motivada por el estancamiento de las negociaciones del nuevo convenio. Está previsto que el consejo administrativo de Secomsa ratifique el acuerdo en un plazo de una semana.
La plantilla decidió empezar la huelga indefinida a principios de septiembre, después de veinte meses de negociaciones sobre el nuevo convenio. Las movilizaciones se han repartido tanto en la entrada de la planta de compostaje como en la entrada del Consell Comarcal de El Baix Camp, en Reus, donde los trabajadores han reiterado sus demandas para mejorar las condiciones laborales a lo largo de 25 días. Por último, este jueves se ha llegado a un acuerdo que tiene como principales pilares la reducción de la jornada laboral semanal a partir del 1 de enero, la subida salarial y los pluses de actividad. También se suma el compromiso con la empresa de firmar el nuevo convenio colectivo en un plazo de tres meses.
En cuanto a la situación actual del Consell Comarcal de El Baix Camp, con presupuestos prorrogados, desde el comité de huelga confían en que las medidas acordadas no se verán afectadas. «Lo que ocurrió este año es que llegaron tarde a hacer el informe de los presupuestos y por eso se prorrogaron. Se supone que este año han aprendido la lección y se hará a tiempo y bien, no como este año», ha apuntado Grisalde.
Desde el sindicato CGT, el secretario de Acción Social en el Baix Camp y Priorat, Jorge Fernández, ha calificado la lucha y el acuerdo «de histórico», no sólo para los trabajadores de Secomsa, sino para el conjunto del Camp de Tarragona. Asimismo, no cerró la puerta a futuras movilizaciones. «Lo damos como un acuerdo muy positivo, pero evidentemente vamos a por más, nosotros no descartamos continuar la lucha. Es una primera fase de un ciclo de lucha y movilizaciones, tenemos muy claro que sin conflictos no existen victorias. Esta huelga ha sido la herramienta que ha forzado un acuerdo por parte de una empresa que llevaba veinte meses dilatando y no llegaba a un acuerdo con los trabajadores», espetó.