«Tuvimos una reunión el miércoles, pensamos que había salida al conflicto y, por desgracia, la empresa vuelve a la casilla cero», lamenta Miguel Moya, portavoz de la CGT Baix Camp e integrante del comité de huelga en Secomsa, sociedad gestionada por el Consell Comarcal del Baix Camp.
«Las nuestras no son reivindicaciones de máximos, se ajustan a las condiciones laborales y económicas de la plantilla. Estamos decepcionados», añade. Trabajadores volvieron a cortar la mañana de este lunes el acceso a la planta de residuos de Botarell. Y anuncian que este cierre es «indefinido».
La huelga por la mejora de las condiciones laborales iniciada por la plantilla a principios de septiembre se enquista. El detonante de la discordia en este último acercamiento entre las partes lo explica Moya: «La empresa quería que la jornada de los chóferes y peones fuera de lunes a domingo. Ahí tuvimos un conflicto porque para pasar de trabajar seis a siete días pretendían dar una cantidad económica insuficiente. Llegamos a un acuerdo el miércoles, dijeron que lo estudiarían, entendíamos que nuestra contrapropuesta era asumible, pero la sorpresa no fue solo que dijeran que no. También había una propuesta de tres días de asuntos propios y la han retirado».
«A día de hoy solo queda –con el ok, como mejora– una reducción a 35 horas y ni siquiera ningún concepto económico de subida laboral porque ligan a un plus de absentismo del 6%, cuando últimamente este ha superado el 8% porque se trata de labores muy físicas», añade el portavoz de la CGT.
A partir de ahora, la plantilla, que está formada por cerca de 160 personas y llevaba 12 meses buscando un nuevo convenio colectivo con «reducción de jornada, subida y equiparación salarial, creación de puestos de trabajo y reestructuración de las rutas», seguirá adelante con las movilizaciones.
En el acceso a la planta de basuras, los camiones reculan. Los municipios llevan días invirtiendo recursos para paliar la situación y han alquilado más contenedores.