Desde hace dos meses y medio cada día nos levantamos con alguna ocurrencia de Donald Trump. La última ha sido sonada: aranceles para todo el que quiera vender productos en Estados Unidos. Su lista de 185 países incluye islotes helados solo habitados por focas y pingüinos.
Lo aranceles son impuestos que gravan las mercancías importadas. Según Trump impulsarán las fábricas estadounidenses, protegerán el empleo y aumentarán los ingresos fiscales, al tiempo que reducirán el déficit comercial de USA.
Esto perjudicará a todos, también a EEUU que se habría disparado un tiro al pie. El proteccionismo era fácil aplicarlo antes, pero en un mundo globalizado es difícil y peligroso. Claro que Trump cualquier día dirá lo contrario y se quedará tan ancho.