Los mercados financieros globales experimentaron ayer notables caídas en otro lunes negro, un desplome impulsado por las políticas arancelarias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Un día cargado de altibajos resalta la incertidumbre económica generada por esta guerra comercial, sumiendo a los mercados en un torbellino de subidas y bajadas impredecibles. Las pérdidas fueron generalizadas: Europa y Asia vieron grandes descensos en sus índices bursátiles, mientras que Wall Street remontó parcialmente, todo ello reflejo de una creciente desconfianza entre los inversores.
Este lunes resalta la necesidad urgente de que los gobiernos y organismos internacionales trabajen de forma conjunta para mitigar los efectos de las políticas comerciales unilaterales. La historia ha demostrado que el proteccionismo puede llevar a conflictos comerciales y, en última instancia, a crisis económicas globales. No solo es un riesgo económico, sino también geopolítico. Y es preocupante que Europa haya caído en cierta relajación estratégica. En su día, Mario Draghi sentó un precedente con su famosa frase: «Haremos todo lo necesario», reafirmando la determinación de la UE en momentos de crisis. Pero hoy parece que Europa ha olvidado esa lección de firmeza. Pese a todo, existen esfuerzos por parte de actores clave como la UE para suavizar los impactos de las políticas de Trump. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ofreció a Estados Unidos la posibilidad de eliminar de forma recíproca los aranceles sobre los bienes industriales, una propuesta que subraya el camino de la diplomacia económica como solución para evitar la intensificación de los conflictos comerciales. Sin embargo, la situación con China está lejos de resolverse. La amenaza de Trump de imponer un arancel adicional del 50% a los productos chinos acentúa la gravedad de la situación y la creciente presión sobre la economía global. La cooperación y el diálogo no son suficientes si los países no están dispuestos a defender sus intereses con firmeza. La UE debe trazar líneas rojas claras. En Catalunya, la Generalitat ha movilizado recursos para proteger a sus empresas afectadas por los aranceles, incluyendo créditos y fondos de apoyo, lo que refleja la gravedad del momento. El lunes loco y sus derivadas subrayan la necesidad de que Europa recupere su determinación.