La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) ha destinado cerca de 100 subvenciones para el transporte de agua en camiones cisterna y la ejecución de obras de emergencia, con una dotación total de 2,1 millones de euros (MEUR). De los 98 proyectos financiados, Tarragona ha sido la comarca más beneficiada, con 38 ayudas, seguida de Barcelona (32), Lleida (19) y Girona (9).
Los fondos buscan aliviar el impacto de la sequía que afecta a diversas regiones catalanas, con subvenciones que cubren entre el 30% y el 95% del coste total elegible, dependiendo de la población censada, y con un límite de 100.000 euros por solicitud. Los gastos subvencionables incluyen los realizados entre el 1 de enero de 2023 y el 31 de agosto de 2024.
De las 98 subvenciones, 65 están destinadas al transporte de agua en camiones cisterna, 17 a obras de emergencia y 16 combinan ambas actuaciones. Este esfuerzo responde al compromiso del ACA, que desde 2022 ha gestionado seis líneas de ayudas similares, con una inversión acumulada de más de 8 millones de euros en 340 subvenciones.
Desde la activación del Pla de Sequera en septiembre de 2021, la ACA ha movilizado más de 221 millones de euros en distintas iniciativas para garantizar el suministro hídrico en Catalunya. Entre las principales actuaciones destacan:
13 millones de euros para mejorar y reforzar redes supramunicipales de abastecimiento.
40 millones de euros para proyectos de mejora del suministro en alta, tras ampliar una línea inicial de 15 millones.
16 millones de euros para transporte de agua en cisternas y obras de emergencia.
130 millones de euros para mejorar la eficiencia de redes municipales en baja, beneficiando a más de 700 ayuntamientos.
20 millones de euros para recuperar y construir nuevos pozos.
Además, recientemente se abrió una convocatoria de 6 millones de euros para combatir la sequía en las cuencas del Montsant, el Siurana y el Riudecanyes.
Un futuro más sostenible
El ACA continúa impulsando medidas para garantizar el acceso al agua en todo el territorio, demostrando que la planificación, la inversión y la colaboración institucional son claves para afrontar los retos hídricos que plantea el cambio climático.