El yoga es una disciplina ancestral nacida en la India que trabaja tanto el estado físico como el mental. En sánscrito, el significado literal es ‘unión’ y con su práctica pretende conectar nuestro cuerpo con nuestra mente y nuestro espíritu.
Sus beneficios son tantos y tan positivos que la corriente fuera de las fronteras hindús ha ido creciendo de forma exponencial hasta sucumbir a los más escépticos: la medicina occidental, siendo muchos profesionales de la salud y la ciencia que han demostrado mediante estudios las bondades del yoga.
La búsqueda de la calma mental, física y emocional hace que muchas personas descubramos el yoga. En esas andaba la modelo catalana Vanesa Lorenzo: su vida nómada y una actividad que le permitiera desconectar del mundanal ruido y a la vez sentir el cuerpo en forma la llevaron a empezar a practicar en Nueva York. En su libro, si bien sintió que la práctica estaba en su naturaleza, reconoce algo habitual: ‘al principio me resentí físicamente, despertando partes de mi cuerpo que ni si quiera sabía que existían’. Y es que el ser humano está tan habituado a las malas posturas, que ‘corregirlas nos puede resultar incluso incómodo’.
«Desde el primer momento supe que el yoga estaba en mi naturaleza. Sentí como si mi cuerpo hubiera estado esperando a conocerlo»El despertar del cuerpo es en ocasiones fatigoso, pero aún más radica en la dificultad de saber concentrarnos, respirar y conectar con nosotros mismos. Conseguir llegar a la conciencia plena puede ser mucho más costoso que saber hacer una asana (posturas de yoga).
Para ello, Vanesa, que ya lleva más de 15 años practicando diariamente yoga, ha dividido muy bien su libro en los cinco primeros pasos de un largo camino de ejercicio. Empezando por el primero: observar, escuchar y respirar. La base de la práctica yogui se conoce en sánscrito como pranayama, y no es ni más ni menos que el control de la respiración. De ahí arranca con las primeras asanas, las que servirán para enraizar y tener una base sólida y para alinear, consiguiendo que cabeza, columna vertebral y pelvis estén en la misma vertical.
El segundo paso, ‘cárgate de energía’, profundiza en otras asanas, algunas básicas como el indispensable saludo al sol y otras algo más complejas. Importante si no alcanzas una postura, como Lorenzo remarca en su introducción, escucha bien a tu cuerpo y no fuerces. ‘El yoga no es una competición de 100 metros lisos, sino una carrera de fondo.’
Con tal de tomarnos con calma los ejercicios, no frustrarnos y focalizarnos el ‘aquí y ahora’, el capítulo central me parece otro de los pilares del libro, así como la práctica de yoga: descubrir la meditación. Serenar y controlar nuestra mente es un paso de gigante para nuestro bienestar.
Pero lo más importante: disfruta de la práctica. No lo hagas por modas, sencillamente si tu cuerpo te lo pide. Y conseguirás hacer del yoga tu estilo de vida.
Yoga, un estilo de vida
- Autor: Vanesa Lorenzo
- Editorial: Planeta
- Páginas: 240