La sequía ha lastimado su encanto, puesto que poco se parecen al lugar que conocieron los senderistas de principio de siglo, unas piscinas naturales de las Muntanyes de Prades
Baix Camp. Descubrimos el patrimonio histórico y natural de la zona, como la prioral, en cuyo campanario parece que hubo un fantasma, o el Passeig de la Boca de la Mina, un pulmón verde