El Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, en una actuación conjunta con la Policía Local de Tortosa, localizaron un establecimiento que se dedicaba al mantenimiento y reparación de vehículos a motor. Estaba en una finca particular en la que se encuentra una antigua granja de cría de pollos en estado de abandono, en la pedanía de Jesús.
Los responsables realizaban la actividad sin disponer ni solicitar la licencia de actividad, sin inscribirse como empresa ante la Seguridad Social, así como cualquier otro de los requisitos establecidos por las Administraciones competentes, autonómica y/o municipal.
En el interior se hallaron diversos vehículos a motor, que estaban siendo reparados, así como maquinaria industrial, repuestos y herramientas relacionadas con la actividad citada. Por todo el local había neumáticos usados, baterías y otras piezas de vehículos, además de restos de aceite.
La mayoría de estos residuos tenían la calificación de peligrosos, los cuales están sujetos a las obligaciones establecidas en la legislación vigente (Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y contaminados para una economía circular).
A raíz de esta inspección, los agentes extendieron un total de 13 actas-denuncias por infracciones administrativas, relacionadas con los residuos, seguridad industrial y documentación necesaria para desarrollar la actividad, así como infracciones tributarias y de las obligaciones económicas derivadas de la seguridad social.
En el Baix Camp
Por otra parte, el Seprona, junto con la Guàrdia Municipal de Riudoms, localizaron en unas dependencias anexas a una masía habitada, en mencionado el término municipal, un establecimiento que se dedicaba al mantenimiento y reparación de vehículos a motor.
Los agentes verificaron que el taller mismo carecía de licencia de actividad alguna, así como de cualquier tipo de documentación que acreditara el poder ejercer la citada actividad profesional.
También se detectó que el local disponía de suministro eléctrico con conexiones irregulares a la red. Ante ello se dio aviso a la empresa distribuidora que envió a personal técnico, quienes certificó que la citada conexión era fraudulenta y estaba hecha desde hace años. Asimismo, ante el peligro que suponía la instalación,procedieron a desconectar la misma.
Por este hecho, la Guardia Civil instruye diligencias por un supuesto delito de defraudación de fluido eléctrico, siendo solicitado informe pertinente a la distribuidora, a fin de cuantificar la citada defraudación.
Además, a raíz de esta inspección, tanto el Seprona como la Guàrdia Municipal de Riudoms extendieron un total de nueve actas-denuncias por infracciones administrativas, relacionadas con los residuos, seguridad industrial y documentación necesaria para desarrollar la actividad, así como infracciones tributarias y de las obligaciones económicas derivadas de la seguridad social
