Agentes de Policía Nacional han liberado a dos personas que se encontraban recluidas en dos plantaciones de marihuana. Esto supone el desmantelado de un total de nueve plantaciones y la detención de 28 personas, a quienes se les atribuyen delitos de trata de seres humanos, entre otros delitos graves.
La investigación ha permitido desarticular una organización criminal transnacional dedicada a la trata de seres humanos con fines de comisión de actividades delictivas, en concreto, para el mantenimiento y cuidado de plantaciones de marihuana.
El modus operandi de la organización criminal consistía en alquilar naves industriales a nombre de empresas sin ningún tipo de actividad, a cargo de las que estaban dos testaferros sin actividad laboral alguna ni recursos económicos, para posteriormente montar en el interior macro plantaciones de marihuana.
Además, esta organización estaba perfectamente estructurada, con la jerarquía y los roles de cada miembro muy definidos. Así, el cabecilla era un ciudadano español que se ocupaba de localizar las naves industriales, gestionar los alquileres y comprar todo el material necesario para la plantación. Si bien, tendría por encima a los líderes de la organización, que eran quienes daban órdenes para que todos los escalones funcionaran perfectamente.
Por debajo del cabecilla, se encontraban los miembros encargados de localizar a posibles víctimas en su país de origen con el fin de cuidar y vigilar las plantaciones las 24 horas necesarias. También, en este escalón se encontrarían los «controladores», encargados de vigilar a la víctima y proporcionarle todo lo necesario, acudiendo cada dos o tres semanas a la plantación.
Más de un año de investigación
La investigación se inició en febrero de 2023 cuando se localizaron dos plantaciones de marihuana ubicadas en naves industriales en las localidades de Castellbisbal y Molins de Rei.
Una vez en el interior de una de ellas, se localizó a la persona que custodiaba dicha plantación. Cuando los agentes actuantes se entrevistaron con él, ciertas características apuntaban a que quizá se trataba de una posible víctima de trata de seres humanos.
Esta persona, una vez entrevistada, manifestó que se encontraba recluida y que había sido engañada en su país de origen por un compatriota. Éste último le prometió trabajo en España en un lavado de coches, trabajo que aceptó ya que su mujer e hijo dependían económicamente de él.
Una vez le facilitaron el traslado desde su país de origen a España, le recogieron en el aeropuerto y lo trasladaron directamente a una nave industrial en cuyo interior se encontraba una plantación de marihuana.
En ese momento le retiraron sus pertenencias, incluido el pasaporte y el teléfono móvil y le dijeron que debía ocuparse del cuidado de la plantación, facilitándole un teléfono con un único contacto grabado, que era quien le explicaría el cuidado de la plantación y los trabajos a realizar en ella, siempre bajo la amenaza de hacer daño a su familia si no accedía. Esta persona llevaba tres meses encerrada en la plantación cuando por parte de Policía nacional se le pudo liberar.
En la segunda plantación registrada, se localizó a otra persona de similares características y de la misma nacionalidad, sin embargo, le captaron en otra ciudad europea y en este caso, sí que le manifestaron que tenía que hacerse cargo del cuidado de una plantación de marihuana, si bien, le dijeron que en España esta actividad era legal.
Esta segunda víctima estuvo recluida durante dos meses en una plantación de marihuana, sin contacto con el exterior y con la retirada de su pasaporte. Una vez se recolectó toda la marihuana, fue trasladado a otra plantación de la organización, donde fue liberado por la Policía Nacional.
Cabe destacar que las dos víctimas liberadas vivían en el interior de la plantación, sin poder salir al exterior, sin luz natural ni ventilación y comiendo únicamente lo que les proporcionaba algún miembro de la organización.
Se localizaron plantaciones en Barcelona, Tarragona y Castellón
Tras analizar la documentación encontrada en las dos plantaciones desmanteladas y con las declaraciones de las víctimas, se pudieron localizar otras seis plantaciones, ubicadas en Barcelona, Tarragona y Castellón, las cuales fueron también desmanteladas y no se localizaron a otras víctimas.
Tras desmantelar las seis plantaciones de marihuana, quedaba pendiente localizar y detener a los líderes de la organización. Aunque se pudo observar un cambio en el modus operandi, ya que ahora utilizaban chalets en urbanizaciones aisladas para continuar su actividad delincuencial sin ser detectados.
Finalmente y tras varios meses de investigación, a finales del mes de junio, se consiguió desmantelar esta organización criminal con la detención de todos sus miembros, realizando la entrada y registro simultáneos en siete inmuebles, tres domicilios particulares y cuatro chalets, en cuyo interior se encontraban sendas plantaciones de marihuana totalmente equipadas.
La operación se saldó con la detención de 28 personas, de los cuales, cuatro de ellos han entrado en prisión, lo que supone la desarticulación total de la organización, la aprehensión de 13.218 plantas de marihuana y 1308,79 gramos de hachís. Además se calcula que la defraudación de fluido eléctrico asciende a 1.950.000 euros.
A los detenidos se les imputan los delitos de trata de seres humanos, pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, falsedad documental, contra el derecho de los ciudadanos extranjeros y defraudación de fluido eléctrico.
Se interviene -además de todo el material del interior de las plantaciones- dos armas largas, un arma corta, cartuchos de 9 mm, 35.320 euros en efectivo y un total de ocho documentos de identidad falsos. Asimismo, se ha conseguido liberar a dos víctimas de trata de seres humanos con fines de comisión de actividades delictivas.
Tras gestiones posteriores, se pudo averiguar que uno de los principales líderes de la organización fue condenado en el año 2002 a 25 años de prisión en Albania por cruce y asistencia ilegal de las fronteras del Estado, ingresando en prisión en ese país.
Igualmente, se pudo averiguar que dicha organización criminal tenía vínculos con otra investigada anteriormente por la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, en la que se detuvo a un total de 123 personas por el favorecimiento masivo a la inmigración ilegal de ciudadanos albaneses, entre otros delitos.
La operación ha sido llevada por la UCRIF de Barcelona, colaborando con la misma la OCN-INTERPOL, EUROPOL, la Brigada Provincial de Policía Judicial de Barcelona, las Brigadas Locales de Policía Judicial de Vilanova i la Geltrú i Sabadell, Policía Judicial del Aeropuerto de Barcelona-El Prat y la UDYCO de Castellón, además de contar en el momento de las entradas y registros con los Goes y UIP de Barcelona.