El conductor del accidente de autocar de marzo del 2016 en Freginals (Montsià), donde perdieron la vida 13 estudiantes de Erasmus, murió el pasado miércoles de un infarto, según ha avanzado Catalunya Ràdio.
La muerte del chófer, Santiago Rodríguez, valla el proceso por la vía penal que estaba pendiente de juzgarse, según ha señalado su abogado, Sergi Atienza, que confía que se mantengan los acuerdos que por la vía civil se había llegado con las víctimas.
Rodríguez era el único acusado por la vía penal y la Fiscalía le pedía cuatro años de prisión. El escrito de acusación argumentaba que el conductor desatendió “gravemente” las normas de seguridad poniéndose al volante del autocar cansado y con sueño de vuelta de las Fallas de Valencia.
El bus trasladaba a un grupo de estudiantes de Erasmus de la Universitat de Barcelona y circulaba de madrugada por la AP-7 en sentido norte cuando sufrió el siniestro. Varios testigos de entre los supervivientes relataron que el autocar iba haciendo eses, aceleraciones y desaceleraciones “injustificadas” e, incluso, pisando las bandas rugosas de la vía.
En el momento de los hechos, el conductor dio negativo a las pruebas de alcoholemia y drogas, y llevaba 14 años trabajando de forma indefinida en la empresa autocaras Alejandro Tours, con sede en Mollet del Vallès. El vehículo no presentaba averías mecánicas, tenía pasada la ITV y durante el año anterior se le había hecho el mantenimiento y reparaciones ordinarias.
13 víctimas mortales, siete de nacionalidad italiana
A raíz del accidente perdieron la vida 13 de los 59 ocupantes del vehículo, y 26 personas más quedaron heridas de diversa consideración. Ninguna de las víctimas llevaba abrochado el cinturón de seguridad y la mayoría ocupaban la parte posterior del vehículo. Las víctimas mortales fueron siete chicas italianas -tres de 22 años, dos de 21 años, una de 23 y otra de 25-, dos chicas alemanas de 20 y 25 años, una chica francesa de 24 años, una uzbeca de 20 años, una austríaca de 24 años y una rumana de 23.
El ministerio público acusaba el conductor de 13 delitos de homicidio por imprudencia grave y 26 delitos de lesiones por imprudencia grave por los cuales pedía 4 años de prisión; 6 años de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores, con la pérdida del carnet de conducir, y 6 años de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión de conductor profesional.
La compañía aseguradora GES ya había indemnizado totalmente, por la vía civil, los perjudicados directos de las 13 víctimas mortales del siniestro, por lo cual los familiares solo mantenían el ejercicio de la vía penal. La compañía también había indemnizado o consignado judicialmente al menos más de medio millón de euros a varios heridos.
La investigación judicial del accidente se ha alargado durante casi cinco años y la causa se ha archivado en tres ocasiones por parte de diferentes instructores que han pasado por el juzgado número 3 de Amposta. Después de los recursos de las acusaciones particulares y Fiscalía, la Audiencia de Tarragona decidió reabrir el caso el octubre del 2019 y ordenó que la juez iniciara el procedimiento abreviado. La jueza del Penal de Tortosa convocó a todas las partes el 15 de septiembre del 2022 para acordar la fecha de inicio del juicio.
