Hace casi tres años que los trenes dejaron de pasar por el trazado de la costa entre Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant y Salou. 28,2 kilómetros de vía única que dividían los municipios de Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant, Mont-roig del Camp, Cambrils y Salou y que lo siguen haciendo a la espera de que Adif ejecute el desmantelamiento. A pesar de que los alcaldes de los cuatro municipios afectados confiaban en que las obras empezaran en septiembre, tras las últimas reuniones mantenidas con representantes del administrador de infraestructuras ferroviarias, el desmantelamiento de las vías todavía no tiene fecha de inicio.
En marzo se adjudicaban los trabajos, con un presupuesto de 1,8 millones de euros, y en abril se firmaba el contrato con la UTE ASCH Infraestructuras y Servicios y Contratas Vilor. Siete meses después, todavía no hay fecha concreta para comenzar a retirar las vías del trazado ferroviario que quedó desafectado con la puesta en servicio de la variante de Vandellòs del Corredor Mediterráneo, en enero de 2020.
Fuentes de Adif detallan al Diari que «actualmente se sigue estudiando la mejor solución para que el desmantelamiento sea lo más eficaz posible, por lo que aún no podemos concretar una fecha ni un procedimiento concretos». En el pliego de condiciones técnicas de la licitación, ya se especificaba que el plan de obra indicado en el proyecto era orientativo y se fijaría en el momento de contratar las obras.
En este sentido, el planteamiento inicial era llevar a cabo el desmontaje de las vías desde el sur, partiendo de L’Hospitalet, hasta la estación de Salou-PortAventura, aprovechando las propias vías. La idea era cargar el material retirado y transportarlo en trenes de mercancías hacia almacenes de Adif o vertederos. Sin embargo, también cabe la posibilidad de que el transporte de todo el material se lleve a cabo mediante camiones. No en vano, cabe recordar que desde que dejaron de pasar los trenes, los ayuntamientos han ido ejecutando diferentes obras por encima de las vías para generar zonas de paso tanto para peatones como para vehículos.
En total, se deben desmantelar 66 km de carriles, que incluyen los 28,2 kilómetros de vía única entre Vandellòs y Salou-PortAventura, además de las vías complementarias que quedaron en el espacio de las cuatro estaciones que operaban en el antiguo trazado. Además, se desmontarán 55.500 traviesas, 39.000 metros cúbicos de balasto –las piedras que sirven de base de las vías–, así como los 156 postes de catenaria que todavía quedan por retirar, toda la señalización y las estructuras de seguridad, control y pasos a nivel.
Cabe recordar que en 2020, una vez dejaron de pasar los trenes, los servicios de mantenimiento de Adif ya desinstalaron el cableado de las catenarias y otros elementos susceptibles de robo y también los pasos a nivel de las zonas urbanas.
Vía verde o avenidas urbanas
El desmantelamiento del trazado ferroviario debe permitir que las cuatro localidades divididas por la vía puedan empezar a definir por fin el futuro para estos espacios. Queda por despejar aún cómo se hará la cesión de los terrenos, que continúan siendo propiedad de Adif. En el sur, en las localidades donde no está previsto que llegue el tranvía, Mont-roig y L’Hospitalet de l’Infant, la apuesta es crear un espacio de paseo naturalizado, tanto para peatones como para bicicletas, que sirva para religar los diferentes núcleos de la costa en forma de vía verde.
Por su parte, tanto Cambrils como Salou apuestan por convertir la antigua línea del tren en un eje cívico, un gran bulevard urbano que aportará una nueva centralidad a ambas ciudades. Serán avenidas con grandes espacios para los peatones, pero también la previsión de que se implante el tranvía que debe unir en el futuro ambas localidades, tanto entre ellas, como con Vila-seca, Reus y Tarragona.