Sobre la serie Adolescencia: «No podemos huir del malestar de los hijos»

El drama de Netflix reaviva el debate en torno a las redes y los grandes retos de la crianza. Una psicóloga da ideas para tender puentes en una edad complicada

29 marzo 2025 19:25 | Actualizado a 30 marzo 2025 07:00
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Silvia Severino es coordinadora del Grup de Treball d’Intervenció Psicoeducativa del Col·legi de Psicologia en Tarragona y reconoce que quiso evitar ver ‘Adolescencia’ porque además de psicóloga es madre de tres hijos, dos de ellos en dicha edad. «Pero fue imposible no verla, todo mi contexto me empujaba». Al final le gustó «hay una muy buena reflexión en el último capítulo y pienso que crea luz porque te enseña que nunca es tarde para acercarse a los hijos».

Y es que la serie explota uno de los principales miedos de los padres de adolescentes: encontrarse de repente conviviendo con un desconocido/a. Aunque, como explica Severino, pese a que los hijos parezcan más mayores a esa edad nos siguen necesitando. «Aunque contesten o se encierren en su cuarto no nos podemos rendir, no podemos renunciar a ser padres, tenemos que comprometernos».

La pregunta es cómo se hace para seguir al tanto de lo que está pasando en sus vidas siendo conscientes, claro está, de que siempre nos enteraremos de la misa la mitad. Lo primero, apunta la psicóloga, es practicar la escucha activa y eso comienza desde la primera infancia. Se trata, apunta de interesarse por lo que nos cuentan y escuchar sin invadir, sabiendo que hay cosas que no nos van a gustar porque «no podemos huir del malestar que sufren nuestros hijos».

Es lo contrario, ejemplifica, de darle una galleta a un niño que llora para distraerle en lugar de tratar de indagar en lo que le está pasando.

Hay que tener en cuenta, además, que el momento en que los hijos quieren hablar no siempre coincide con el de los padres. «Hay que estar disponible, y si no puedes hablar en ese momento porque estás haciendo la cena le dices: ‘dame cinco minutos y vamos a hablar de esto tu y yo’».

Una vez que el niño/a o adolescente ha dado el paso de hablar lo siguiente es tratar de ‘descodificar’ lo que les está pasando «que expliquen esa situación cómo les hace sentir, que le pongan nombre a las emociones».

Conciencia de las redes

Entre los muchos debates que ha avivado la serie está el de la seguridad en línea y el uso de redes sociales entre los menores.

En este sentido Severino recomienda que los padres pongan límites, y que se respeten las edades que existen para hacerse un perfil en una red social o en un videojuego, pero no es partidaria prohibir el acceso a internet. La idea, explica, es dar elementos a los mismos chicos para que reflexionen y se den cuenta del tiempo que emplean, el efecto que tiene sobre su estado de ánimo, cómo afecta el clima familia o cómo se van aislando.

Lo equipara a enseñar a los hijos a hacer una tortilla cuando están en casa para que cuando vivan por su cuenta no tengan que tirar todo el tiempo de Glovo. «Es darles las claves para que se puedan gobernar el día de mañana», resume.

l Justamente esta semana el Gobierno aprobaba el anteproyecto de ley orgánica para proteger a los menores dentro del mundo digital, que obliga a que los nuevos dispositivos incluyan un control parental. La norma eleva de 14 a 16 años la edad para tener una cuenta propia en redes sociales.

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