El alcalde de Cambrils, Alfredo Clúa, ha anunciado que iniciará una ronda de contactos con todos los grupos municipales para garantizar la estabilidad del gobierno, tras quedarse con una minoría de 8 de los 21 ediles de la corporación (4 de ERC, 3 del PSC y 1 de En Comú Podem).
Después de consumarse la ruptura con los tres regidores de Junts, el gobierno municipal apela a la «responsabilidad y sentido institucional a todas las fuerzas políticas que forman el consistorio para hacer posible la estabilidad que Cambrils se merece y no parar la acción de gobierno con proyectos ya iniciados».
A través de un comunicado, horas después de que Junts per Cambrils anunciara su paso a la oposición, el equipo del gobierno ha reiterado el agradecimiento a la labor de las concejalas Laura Mellau y Teresa Recasens, quienes contaban con el apoyo de los tres partidos de gobierno para mantener sus competencias. Un extremo que han rechazado hoy mismo, presentando su renuncia a sus funciones.
Aunque descartan entrar a valorar las declaraciones de sus hasta ahora compañeros, desde el equipo de gobierno defienden que la decisión de expulsar a Enric Daza «se tomó de forma meditada» y que se sustenta en «una pérdida de confianza total en el regidor, fruto de una actitud de deslealtad y carencia de compromiso con el equipo de gobierno».
Desde el inicio del mandato, Enric Daza había ejercido las funciones de concejal de Urbanismo y Obra Pública, competencias que asumió desde el lunes el alcalde. Las renuncias de las otras dos regidoras de Junts, tramitada este mismo jueves, dejan otro agujero en el gobierno y las carteras de Fiestas, Nueva Ciudadanía y Bienestar Social (Recasens) y Atención Ciudadana y Juventud (Mellau) sin dueño.