Los más mayores de Calafell recuerdan las calles del núcleo del pueblo engalanadas con alfombras de flores. De aquellas celebraciones sólo quedan memorias.
Entonces todos los vecinos participaban en la decoración de sus calles para que fuesen las más atractivas entre las que pasaba la procesión. En Calafell hay referencias de la festividad en 1910 y hasta 1967.
Ahora un grupo de vecinos ha constituido la entidad La Bota de Calafell para recuperar antiguas tradiciones festivas y culturales. Iban a comenzar con las alfombras del Corpus, pero la situación sanitaria lo ha impedido.
Pero no renuncian y plantean que para los próximos 11, 12, 13 y 14 de junio los vecinos engalanen sus balcones con flores y piezas como mantones o damascos.
Ricard Gutiérrez es uno de los impulsores de La Bota de Calafell. Explica cómo hablando con los vecinos que vivieron aquellas celebraciones las narraban con ilusión y añoranza. «Porque también era una forma de sentirse juntos».
Por eso nace La Bota. «Hemos de recuperar esas fiestas». Además de la próxima del Corpus, la nueva entidad ya piensa en otros actos que tenían una gran participación.
Como la Festa de la Vellesa, el Pubillatge, los actos de Sants Inocents previos al Carnaval... Fiestas que se han perdido y que quedan en cajones en forma de fotografías en blanco y negro que los miembros de La Bota han rescatado.
De momento la entidad llama a la participación vecinal para que desde este año recuperar históricas tradiciones. La Bota de Calafell ha recopilado imágenes, anécdotas y recuerdos. La pandemia ha condicionado la recuperación este año del Corpus, para lo que habían preparado damascos con la imagen de la Custodia de Calafell, que data de 1696.
«Además de rescatar las tradiciones, el objetivo es volver a fortalecer los lazos entre los vecinos, que haya una implicación con el municipio». Una manera de evitar la despersonalización que trae el crecimiento desmedido y de implicar con la localidad a los que llegan.
Diferentes entidades
Para la recuperación de esa cultura popular y tradicional, los miembros de La Bota, que proceden de diferentes entidades culturales, han preguntado a aquellos vecinos que hace décadas las vivieron. El párroco ha participado activamente en la iniciativa.