Cruce de declaraciones entre los principales directivos de BBVA y Banc Sabadell en pleno proceso de opa y de la batalla entre ambas entidades para convencer a los accionistas de sus respectivos intereses. El consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, indicó ayer que las posibilidades de que la oferta de BBVA prospere son «muy bajas», expresando incluso que «la operación no tiene sentido; ha descarrilado», a pesar de que la misma sigue su curso en términos administrativos, tras recibir el informe de «no oposición» del Banco Central Europeo (BCE) la pasada semana.
Durante su intervención en un foro financiero en el que también participaron directivos de BBVA, González-Bueno indicó que es probable que la opa llegue a una segunda fase de análisis por parte de Competencia, pero insistió en que ni la prima de la oferta es suficiente para convencer a los accionistas ni la unión de ambas entidades podría desarrollarse sin generar problemas de concentración, especialmente en ciertas regiones y segmentos como las pymes.
Las posturas no podían estar más alejadas y así quedó reflejado con la inmediata respuesta de Peio Belausteguigoitia, ‘country manager’ de BBVA en España, quien en el mismo foro advirtió que «quienes tienen la última opinión sobre si la oferta es atractiva son los accionistas, que al final son los propietarios». Concentración Belausteguigoitia aprovechó su intervención para recordar que el sistema financiero español «ha sido, es y será muy competitivo», frente al riesgo de concentración que ha generado un fuerte rechazo a la operación por parte no solo del Ministerio de Economía, sino también de buena parte del sector empresarial, los sindicatos y algunas comunidades autónomas.
«El 1 de enero de todos los años, todos los bancos queremos crecer en negocio y en cuota de clientes y eso significa competir. El cliente tiene todas las facilidades para cambiar de entidad y cada vez hay más jugadores digitales», insistió el directivo de BBVA. Pero la visión desde Banc Sabadell es distinta. «Los particulares tienen de media 1,8 relaciones bancarias y las pymes 3,9 relaciones... el mercado está diciendo a gritos que sería una pena que hubiese menos competencia, que no se debe medir en términos de cuota de mercado, sino en términos de clientes», respondió González-Bueno. El consejero delegado de Banc Sabadell puso como ejemplo la operación por la que Banco Santander absorbió Banco Popular en 2017. «Después de la operación, el pasivo era la suma de ambos, el balance también, pero el crédito a pymes se había reducido un 67% de la parte del Popular, porque ni a los empresarios ni a las pymes les interesa tener en pocos bancos concentrada su actividad», dijo.
