El Nàstic sigue hacia adelante en su camino hacia su cuarto título de Copa Catalunya. El cuadro grana superó al Vilafranca por 0-2 con los goles de Pablo Fernández y Bonilla, de penalti. La diferencia pudo ser mayor. Sobre todo en un primer tiempo en el que los tarraconenses ejercieron un dominio total. Posesión y goles. En la segunda, la actitud del rival llevó a un cambio de registro. Más directo a la espalda de la zaga que no fue tan rentable.
En ambos planteamientos el Nàstic demostró desenvolverse bien siendo fue muy superior a su rival. Como debe ser. Hay dos categorías de distancia. Lo reseñable es que el Nàstic aguantara tanto el tipo frente a Zaragoza y Huesca. Pero de igual manera que había que poner en contexto los buenos encuentros frente a los dos clubes de Segunda División hay que hacer el mismo ejercicio con el choque ante el Vilafranca de Tercera RFEF que apenas lleva dos semanas de pretemporada. Si bien, las últimas visitas granas a la capital del Alt Penedès no fueron tan sencillas. Hace cuatro años el Nàstic acabó eliminado.
El primer obstáculo con el que tuvo que lidiar el conjunto grana fue el terreno de juego. Un césped artificial al que no tendrá que hacer frente esta temporada en Primera RFEF. Todos los equipos están obligados a disponer de un campo de césped natural. De ahí que el Cornellà tenga que jugar en el RCDE Stadium, si finalmente llega el acuerdo entre el Espanyol y el ayuntamiento municipal.
La incómoda superficie no impidió que el Nàstic asumiera el control del partido desde el primer minuto. Agné repitió con el doble pivote Montalvo-Gorostidi para asegurar los primeros pases de creación. La presencia de Bonilla también colaboró en maniatar al Vilafranca. Los de Ivan Moreno sufrieron mucho con la presión grana. Bastante tenía con superar esa primera línea defensiva tarraconense, formada por Lupu y Pablo, como para poder llegar a la portería de Parra. Todos los intentos de fútbol directo a la espada de la zaga fueron abortadas fácilmente por Quintanilla y Josema, o Montalvo, en un muestra de predisposición y destreza defensiva. El canterano sigue ofreciendo un imagen de futbolista hecho para el fútbol profesional.
La frustración local elevó el tono de las acciones defensivas y el duelo se calentó tras una amarilla a Illescas. Una falta que puso Bonilla y que Pablo Fernández acarició para anotar el 0-1. El asturiano era el único de los tres delanteros que no había marcado aún. Con el tanto en Vilafranca tanto él, como Lupu y Álex Fernández se han estrenado en la pretemporada.
La superioridad grana era total. Jugaban a placer y el Vilafranca achicaba como podía. Un penalti por manos de Reche sirvió para que Bonilla sumara su segundo tanto en la pretemporada. Esta vez lanzando a la izquierda del portero. El soriano fue el gran protagonista. No solo con la asistencia del 0-1 y anotar el 0-2, sino buscando aumentar su cuenta goleadora con tiros secos lejanos y faltas que el meta salvó.
El 0-3 se resistió. El Nàstic dominaba con combinaciones de fantasía, pero entre Casamayor y el palo no permitieron ampliar la diferencia en el marcador. Se mereció el gol Gorostidi, o todo el equipo, después de una jugada colectiva brillante que remató el vasco y estrelló en el hierro.
Lupu lo probó de todas las maneras posibles. Su resiliencia es a base de bombas. Lo quiere rematar todo. Sea un fácil, difícil o incluso imposible. El hispano-rumano lo intenta siempre. Bregando hasta la saciedad. Un jugador incansable que cualquier equipo que tenga grandes perspectivas debe tener en su plantel.
El técnico tarraconense del Vilafranca, Iván Moreno, instó a los suyos a dar un paso hacia adelante. Subir un punto la presión y tratar de despojarse de ese control al que le sometía el Nàstic. Lo logró y comenzó a inquietar más la portería de Parra.
La reacción tarraconense fue inmediata. Agné adaptó el guión a esta fase y apostó por un juego más al espacio de la espalda de la retaguardia local aprovechando la velocidad de Aarón Rey y Robert Simón. El badalonense se está volviendo en el jugador más polivalente de la plantilla. Ante el Huesca acabó de lateral derecho y en Vilafranca de delantero centro.
Reglamentación estricta
Raül Agné no pudo echar mano de más que tres jugadores del filial. La normativa de la Copa Catalunya Absoluta es rigurosa en este sentido y solo permite tres futbolistas del B. Montalvo, De la Peña y Robledo fueron los tres escogidos por el técnico de Mequinenza dejando a Marc Álvarez y Valverde sin posibilidades de participar en la primera ronda de la competición catalana.
Tampoco entraron en convocatoria Carlos Albarrán y Ballesteros por decisión técnica, y Trilles, Del Campo y Álex López por cuestiones físicas. Una lista de bajas que se amplió en Vilafranca con Joan Oriol. Fue la nota negativa del encuentro. El lateral solo estuvo 20 minutos sobre el terreno de juego antes de retirarse por molestias físicas con la eliminatoria ya en el bolsillo.