Os voy a contar un sorprendente y enigmático truco de magia en estos días de comilonas y cenas, practicando un poco podéis dejar a los abuelos alucinando y entretener a la family hasta que lleguen los deseados postres.
Necesitaréis 2 adornos de Navidad pequeños que quepan cada uno en una mano cerrada. Para el ejemplo serán una campanilla y una bola de Navidad.
Un espectador coge una campanilla con una mano y una bola de navidad con la otra. Vosotros estáis girados de espaldas y no sabéis en qué mano está cada adorno. Cuando os giráis y miráis fijamente a los ojos de vuestro espectador, podréis decirle, sin equivocaros, donde está cada adorno. La ventaja de este juego es que se puede repetir dos o tres veces para dejar constancia que no es simplemente suerte.
El secreto es muy ingenioso: imaginamos que encima de la mesa hay los 2 adornos de Navidad, la campanilla y la bola, vosotros estaréis girados de espaldas para no ver nada. Decidle a un espectador que coja un adorno en cada mano, la que contiene la campanilla tiene que ponérsela a la altura de los ojos e intentar visualizar la campana, aunque la mano esté cerrada tiene que imaginarse la medida, el color, alguna particularidad que tenga el adorno... Una vez lo haya hecho, decidle que baje la mano y la ponga junto a la otra, ambas manos están cerradas y vosotros no podéis saber el contenido de cada una. Ahora bien, cuando os giráis y os ponéis de cara al espectador y le miráis las manos, veréis que una de las dos tiene las venas más hinchadas que la otra, esto es a consecuencia que la mano que contiene la campanilla se la ha puesto a la altura de los ojos durante veinte o treinta según mientras pensaba en ella.
Hay varios factores que ayudan a tener una rápida visión de cuál es la mano que se ha levantado a la altura de los ojos: hay personas que tienen las venas más marcadas que otras, personas con la piel más blanca o más morena.
La clave que os ayudará más será fijaros en el color de la mano: la que contiene la campanilla que se ha levantado a la altura de los ojos está más pálida que la otra. Dependiendo de la temperatura, o si estáis en lugares con calefacción fuerte, se nota más la diferencia de color.
Puedo deciros, también, que el efecto que os he explicado de las venas de la mano dura unos segundos y, en consecuencia, el color de las dos manos se va igualando lentamente. Hay la posibilidad de repetir el juego con una persona diferente.
Os aconsejo que antes probéis el juego unas cuantas veces con algún amigo o familiar de confianza y tengáis en cuenta todos los detalles que os he comentado anteriormente, descubriréis que es realmente sencillo saber en qué mano está el adorno que os interesa.
Calculad bien el tiempo que vuestro ayudante tiene que tener la mano a la altura de sus ojos para desarrollar con éxito esta experiencia.
Este es un juego que os puede dar grandes satisfacciones y, una vez asimilada la mecánica, lo podréis hacer siempre que lo deseáis con cualquier objeto pequeño de forma improvisada en cualquier lugar. ¡Os deseo un feliz y mágico 2024!
