Más de treinta personas han muerto este domingo en un ataque ruso con misiles en la ciudad ucraniana de Sumy, en el noreste del país. “Hasta ahora se sabe que hay 31 personas muertas por el ataque de misiles balísticos rusos. Entre los fallecidos hay dos niños. Además, más de 84 personas han resultado heridas”, ha informado el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en un mensaje en X, donde ha adjuntado varias fotografías del bombardeo.
Zelenski ha lamentado que el ataque se produjera en pleno Domingo de Ramos y contra civiles “en una calle normal de la ciudad” de Sumy. Paralelamente, el presidente ucraniano ha reclamado una respuesta internacional contundente contra Rusia: “Es crucial que el mundo no guarde silencio ni sea indiferente”, ha señalado.
“Necesitamos una fuerte respuesta del mundo. América, Europa, todos los que quieren que esta guerra y estas matanzas terminen. Rusia busca precisamente este tipo de terror y está alargando esta guerra”, ha recalcado el presidente ucraniano, subrayando que la paz será imposible si no se presiona a Rusia: “Las conversaciones nunca han detenido los misiles balísticos ni las bombas. Tenemos que tratar a Rusia como se trata a un terrorista”, ha sentenciado Zelenski.
“Los ataques rusos no merecen otra cosa que condena. Ya hace dos meses que Putin ignora la propuesta de Estados Unidos de un alto el fuego total e incondicional”, ha recordado.
“Lamentablemente, en Moscú están convencidos de que pueden seguir matando con impunidad. Hay que actuar para cambiar esta situación”, ha concluido.
