El Tribunal Supremo ha confirmado la expulsión de la Guardia Civil a un cabo por difundir noticias falsas contra menores no acompañados marroquíes en Twitter, de una violación ocurrida en China que él atribuyó a unos niños en Catalunya, para asociar a este colectivo con actos violentos y agresiones sexuales.
La Sala de lo Militar ha ratificado así la sanción disciplinaria de separación del servicio impuesta por la ministra de Defensa tras ser condenado por la Audiencia de Barcelona por un delito de lesión de la dignidad de las personas por motivos discriminatorios.
El Supremo rechaza el recurso del guardia y considera proporcionada la sanción disciplinaria impuesta, que es la más gravosa prevista en el ordenamiento, teniendo en cuenta que «la conducta objeto de condena penal es radicalmente incompatible con la imagen de probidad, decoro y honradez que todo miembro de la Benemérita ha de mostrar».
La sentencia penal de la que se ha derivado esta sanción disciplinaria fijó una condena de 15 meses de prisión, multa de 1.620 euros y decomiso de los perfiles en redes sociales por dos años.
Según los hechos probado, el agente, «movido por su animadversión y rechazo a los inmigrantes extranjeros de origen marroquí, y entre ellos a su sector más vulnerable como son los menores no acompañados», subió a su cuenta de Twitter en julio de 2019 un vídeo con el siguiente texto:
«Aquí tenéis el video del MENA marroquí de Canet de Mar, a esos que le vamos a dar la paguita hasta los 23 años, los niños de Pedrito Piscinas. Por cierto, luego para más INRI la viola, estos energúmenos y estas manadas de marroquís no saldrán en los medios».
En el video, visualizado 21.900 veces, se podía ver como un hombre agredía brutalmente a una mujer, dándole 15 puñetazos y 7 patadas, que la dejaron inconsciente. Seguidamente le intentaba bajar los pantalones y finalmente acababa cogiéndola del cabello y arrastrándola por el suelo hasta que desaparece.
La sentencia indica que se correspondía con una agresión sucedida en China, que había sido difundida por las autoridades de dicho Estado para lograr la identificación del autor con la colaboración ciudadana.
Al respecto, la Audiencia subrayó que el agente pretendía, con manifiesto desprecio a la verdad y de forma masiva e indiscriminada, asociar el contenido del vídeo con una presunta violación ocurrida en la localidad de Canet de Mar, cometida al parecer por dos menores.
Lo hizo «con el fin de difamar de forma global e injusta a los menores no acompañados procedentes de otros países que vienen a nuestro país, particularmente a los niños marroquíes, asociándoles de forma generalizada con actos violentos y agresiones sexuales».
El perfil del guardia civil «contenía múltiples publicaciones de naturaleza xenófoba y racista, con supuestas informaciones deformadas y/o falsas sobre los inmigrantes en general, todas ellas presididas por idéntico rechazo frontal a la presencia de extranjeros en España, especialmente si son magrebíes y/o musulmanes, y que con su publicación sabía que generaba o podía generar entre la población sentimientos de rechazo, fobia y aborrecimiento contra los mismos».