El candidato a la investidura como presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, han protagonizado este miércoles un duro combate dialéctico en el Congreso en el que han intentado desacreditar al contrario con acusaciones de fraude, mentiras, corrupción y falta de legitimidad.
Después del discurso de Sánchez para intentar conseguir la confianza de la cámara, en el que se atribuyó el papel de muro de contención frente al PP y Vox y justificó la amnistía para los dirigentes del procés, Feijóo le ha reprochado la humillación a la que, con ella, cree que ha sometido a España.
Por eso ha justificado el no de su partido a esa medida de gracia, a una «democracia recortada», a la mentira y, en definitiva, a una propuesta que abandera Sánchez que ha calificado de «delirio» y ante la que ha dicho que ha activado todas las «alertas democráticas».
A su juicio, el presidente en funciones compra el poder accediendo a las demandas de otros partidos y engaña cuando lleva al Congreso una propuesta que no fue votada por los ciudadanos, ya que ha recordado que el candidato había rechazado hasta antes de las elecciones la amnistía que ahora impulsa.
Su resumen de todo ello es que esta investidura nace de un fraude a los electores, y esa es la base sobre la que ha vuelto a pedir desde la tribuna de oradores una repetición de los comicios ante la que Sánchez le ha venido a avisar que no tenga esperanza alguna porque su intención es completar cuatro años más en Moncloa.
Ha ironizado Sánchez sobre las palabras que el líder del PP ha vuelto a repetir en esta jornada, que no ha querido ser presidente por no hacer concesiones como la amnistía, y las ha rebatido para asegurar que si no puede cumplir ese objetivo es porque no cuenta con la mayoría en las urnas ni es capaz de sumar los apoyos necesarios.
«No soy presidente porque no me vendo ni vendo a los españoles», le ha contestado Feijóo reiterando que no actuará en contra de los intereses generales y asegurando que, debido al ansia de poder del líder socialista, es normal que no pueda entender renunciar a presidir el Gobierno.
Argumentos ante los que ha contraatacado Sánchez: «usted es un falso ganador y un real perdedor».
En esa misma senda de partido que no logra la mayoría suficiente ve al PP en los próximos comicios si no cambia de actitud y se perpetúa en caminar al lado de Vox.
Durante su defensa de la amnistía, Sánchez ha acusado directamente al PP de alimentar el conflicto con Cataluña para tapar su corrupción, pero la misma acusación ha salido también de boca de Feijóo contra Sánchez al afirmar que tomar decisiones contra el interés general a cambio de beneficios personales es «corrupción política».
La conclusión del líder del PP es que Sánchez no tiene límite para conseguir el poder, de él se puede esperar cualquier cosa y está haciendo el ridículo con acuerdos como «el pacto encapuchado con el señor Otegi», en referencia al respaldo de Bildu a la investidura pese a no haberse suscrito acuerdo alguno entre la formación abertzale y el PSOE.
Tras anunciar que el PP promoverá una ley de lealtad constitucional, se ha dirigido de forma solemne a Sánchez para advertirle de que «la historia no le amnistiará« por sus pactos con los separatistas y su golpe al Estado.
Las palabras de Feijóo son para el candidato una demostración de la ilegitimidad que atribuye a su investidura y a su Gobierno porque cree que sólo ven legítimos a los gobiernos del Partido Popular, pero le ha invitado a aceptar el resultado de las urnas porque le seguirán faltando los apoyos necesarios por muchos miles de personas que mande junto a Vox a manifestarse ante las sedes del PSOE o en el Congreso.
A otra falta de respaldo se ha referido Feijóo, la que ha vaticinado que ocurrirá en algún momento por parte de los independentistas al Gobierno, y cuando eso pase ha avisado a Sánchez: «no me busque».
Además de enzarzarse ambos dirigentes a cuenta de una frase de Antonio Machado, Feijóo ha acusado a Sánchez de insultar a Isabel Díaz Ayuso y a su familia después de que Sánchez dijera que el anterior presidente de los populares, Pablo Casado, fue desalojado de su cargo para «echar por tierra» el «caso de corrupción» de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
El líder socialista ha negado que eso fuera un insulto a Ayuso, presente en la tribuna del Congreso y a quien en un vídeo que se ha viralizado en las redes sociales y sin sonido se le ve pronunciar una palabras en las que las Juventudes Socialistas denuncian que llama «hijo de puta» al candidato.
Irene Montero ha sido otra protagonista por alusiones de esta cara a cara, ya que Feijóo ha aprovechado para referirse a la previsible salida del Gobierno de la ministra de Igualdad preguntándose cómo va a hacer eso Sánchez cuando afirma que ha encabezado el Ejecutivo más feminista de la historia.