Cabeza, pico y patas de águila. Pechos y vientre de mujer. Cola de dragón. La Víbria de Tarragona cumple los 30 años de su nacimiento y de su entrada dentro del Seguici Popular de la ciudad, siendo uno de los elementos más emblemáticos.
La idea surge de los Diables Voramar, que decidieron sacar una nueva bestia para poder formar parte del Seguici y desde el barrio del Serrallo se tira adelante la iniciativa. Es por este motivo que la Víbria de Tarragona recibe el sobrenombre de Serrallenca.
La fiesta de aniversario empezó a las 17.00 con la Plantada de las bestias de fuego que acompañaron a la Víbria en su aniversario. Diez collas de toda Catalunya no se quisieron perder el momento, y es que vinieron elementos de Sant Jaume dels Domenys, Mataró, Cervera o El Vendrell, entre otros. Es en este momento donde los más pequeños aprovecharon para sacarse fotos con las bestias de fuego, meterse debajo y tocarlas.
Una hora y media más tarde, la Víbria se levantó y empezó su marcha liderando al resto de elementos vecinos. Es en este momento, donde empezaron los bailes, la música y el fuego que acompañaron durante todo el recorrido.
Se aprovechó el momento de fiesta para desvelar el nuevo vestuario de los portants de la Víbria, pero esto no llegaría hasta el final. Al principio se pudieron ver los trajes antiguos, marcados por el color rojo que caracteriza a la entidad.
Cuando llegaron a la Plaça del Rei, esos vestidos se retiraron y entraron los que llevaban durante estos últimos años hasta llegar al Pla de la Seu. Los que han llevado hasta ahora eran completamente diferentes a los primeros. Dejaron atrás el rojo para utilizar unos blancos con varias partes de la Víbria estampadas en la ropa.
Los nuevos trajes se pudieron ver en la catedral con unas escaleras llenas de gente. «Es un cambio totalmente nuevo, con una ropa muy diferente», explicaba Sergi Baches, miembro de la entidad.
Blanco y rojo. Esta combinación de los dos trajes anteriores son los que llevarán a partir de ahora los miembros de la Víbria. Con ellos llegaron a la Plaça de la Font donde finalizó la celebración.