Era el 3 de abril de 1550 cuando, gracias a la iniciativa popular, salía por primera vez en Tarragona la procesión del Sant Enterrament. Esta mañana, La Sang –la entidad organizadora de la cita principal de nuestra Setmana Santa– ha celebrado un acto institucional para conmemorar los 475 años de esta efeméride. Y lo ha hecho por todo lo alto, contando con los máximos representantes eclesiásticos y civiles de la ciudad, en un acto sencillo, pero muy sentido, con el Seminari de Tarragona como escenario.
«Han pasado casi cinco siglos desde entonces y la llama sigue encendida», decía Maria Grau, subprefecta de La Sang, quien hizo un discurso que consiguió emocionar a todos los presentes. Definió la procesión del Sant Enterrament como «una memoria viva, una identidad colectiva, un patrimonio compartido o el latido de un pueblo». También quiso agradecer el trabajo a «las personas invisibles». Aquellas que no se ven, pero que han sustentado esta celebración a lo largo de décadas. Grau se refería a las personas que limpian los pasos, que organizan desde el silencio y que cosen el botón roto de la vesta en el último momento.
La subprefecta añadió que «la procesión es más que una tradición. Es un legado», y advirtió que el futuro no se levanta solo. «Que este aniversario no sea solo una mirada atrás. Que sea un empujón para continuar adelante», acabó Grau.
El acto contó con la participación de todas las congregaciones de la Setmana Santa de Tarragona que protagonizan, año tras año, la procesión del Viernes Santo. La Sang quiso reconocer su papel entregando un obsequio a cada una de ellas.
La cita fue presidida por el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, quien empezó su discurso dando las gracias a todos aquellos que «mantienen viva esta rica experiencia espiritual», que es la Setmana Santa y la procesión. Planellas destacó que no hay ninguna otra religión que la cristiana en que «el dios se haga uno de nosotros por amor». Y añadía: «Eso significa sufrir y morir». Para Planellas, la Setmana Santa es la expresión de este hecho.
Finalmente, el máximo representante de la Iglesia en Tarragona animó a todos los amantes de esta festividad a «transmitir, con naturalidad y sencillez, este legado a las nuevas generaciones». Y acabó diciendo: «De esto depende nuestro presente y nuestro futuro».
También habló el recientemente estrenado prefecto de La Sang, mosén Joan Àguila Chavero, quien aseguró que vivimos en un contexto de descristianización. «Y hay dos maneras de vivirlo: con catastrofismo, o como hacen ustedes, con el orgullo sano de no avergonzarse», aseguraba mosén Águila.
También tuvo turno de palabra uno de los miembros del comité de presidencia de la Agrupació d’Associacions de la Setmana Santa de Tarragona (AASST), Xavier Balsells, quien aseguró que la ciudad debe sentirse orgullosa por la efeméride y definió la procesión como «un símbolo vivo de nuestra identidad».
Al encuentro también asistieron representantes de los grupos municipales y del gobierno local. Sonia Orts, sexta teniente de alcalde, sacó pecho y dejó claro que la procesión del Sant Enterrament «es la más importante de Catalunya», y pidió un aplauso para todos aquellos que la tiran adelante: desde arrengleradoras, hasta capataces, pasando por los portants y los timbalers.
La cita: el próximo 18 de abril
Tarragona revivirá la procesión del Sant Enterrament el próximo viernes 18 de abril. Las calles de la Part Alta volverán a llenarse de solemnidad. La cita empezará alrededor de las cuatro de la tarde con la Recollida de los misterios, desde distintos puntos de la ciudad. A las 19.30 h llegará el momento de la verdad, cuando los pasos saldrán de la Plaça del Rei para empezar la procesión.
Un cartel que evoca historia y modernidad
El cartel de la procesión del Sant Enterrament de este año es obra de Janet Calvo Pannou, con el diseño gráfico de Maria Grau Alasà. La protagonista de la imagen es la reliquia del Sant Crist de La Sang, un elemento de gran altísimo valor histórico y espiritual para la congregación de La Sang.
Calvo, la autora de la imagen, asegura que «quisimos juntar la historia con lo moderno, y que el resultado fuera impactante. Creo que lo hemos conseguido». Calvo es una de las fotógrafas más mediáticas de la Setmana Santa de Tarragona y, desde este año, miembro de La Sang.