El preso que miércoles mató una cocinera en la prisión de Mas de Enric de Tarragona había sido expedientado hace unos meses por una agresión a otro recurso, según han explicado fuentes sindicales.
A raíz de este expediente, el hombre fue apartado de la cocina temporalmente pero se le permitió volver una vez superada la sanción interpuesta.
Otras fuentes han explicado que el hombre era autoritario y que no tendría que haber vuelto a la cocina después de este hecho.
Miquel López, trabajador de Mas de Enric, ha explicado a los medios que el interno fue expedientado por dar “un puñetazo” a otro recluso y que “pocas semanas después, ya volvía a cocinar”, entre otras cosas, porque “era muy trabajador”. Sin embargo, ha afirmado que también era “muy dominante” que y no le gustaba que le dieran órdenes. De hecho, ha planteado que este rechazo a ser mandado podría ser una de las motivaciones del crimen.