La fecha todavía no está señalada en el calendario, sin embargo, la próxima semana entrarán en funcionamiento las 186 nuevas plazas del parking Torroja. Así lo confirma la Empresa Municipal de Transport (EMT), que está ultimando los detalles de una obra que arrancó en diciembre de 2022 y que ha permitido doblar la capacidad de esta superficie, que había quedado pequeña por la elevada demanda especialmente durante los fines de semana.
«Con la puesta en marcha de la ampliación dotamos la ciudad, y en particular la Part Alta, de una mayor oferta de estacionamiento», afirma la presidenta de la empresa pública, Sonia Orts. De hecho, las obras propiamente dichas ya hace algunas semanas que han acabado. Tan solo restaba pendiente la instalación de la nueva maquinaria para su puesta en funcionamiento, además de los cargadores eléctricos.
Tanto las barreras como los enchufes ya están en su sitio, así que tan pronto como acaben los trabajos de instalación podrá abrir al público esta ampliación que garantizará que el Torroja sume un total de 329 plazas. De estas, nueve están reservadas para las personas con movilidad reducida, mientras que otras diez serán para vehículos eléctricos. Ambas se han concentrado en la parte de arriba, mientras que la superficie que se ha ampliado se destinará a la rotación.
En cuanto a los abonados, a pesar de que hay lista de espera para poder acceder a una plaza, la cifra se mantendrá en 82, ya que al ser una obra que se ha financiado con los fondos europeos Next Generation en las bases se establecía que no podían financiarse proyectos para uso de residentes.
Orts asegura que «estamos trabajando para avanzar hacia un modelo de movilidad sostenible, que impulse los aparcamientos municipales de rotación como complemento de los disuasorios».
La polémica
Este proyecto ha supuesto una inversión de 1.794.452 euros (IVA incluido). Del total, 1,2 millones los ha aportado el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia impulsado por la UE a raíz de la pandemia. Esto permitía abordar una obra de envergadura, ya que el nuevo espacio se ha ganado a costa de la montaña de piedra que separaba el Passeig Torroja con la avenida Johann Sebastian Bach.
El desnivel se ha salvado con un sistema de rampas con unas pendientes de aproximadamente un 20%. A pesar de que se ha aprovechado la misma piedra para generar los muros de piedra que marcan los diferentes niveles, la actuación no ha estado ajena a la polémica. Esta llegó desde un colectivo de vecinos que denunció el impacto ambiental que supondría la nueva superficie.
Aunque estos acudieron a los tribunales, y la fiscalía inicialmente abrió diligencias, finalmente se archivó el caso. El Ministerio Público consideró que no había delito en la tala de árboles para generar la nueva superficie de 9.000 metros cuadrados.