Es un secreto a voces. El nuevo trazado del Corredor del Mediterrani entre Vandellòs y la estación del AVE Camp de Tarragona entrará en funcionamiento el lunes día 16 de diciembre. Es la fecha que está marcada en el calendario, pero que de momento nadie ha confirmado a nivel oficial, escudándose en las elecciones generales del próximo 10 de noviembre.
El pasado miércoles el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, anunció en València que el lunes habían finalizado con éxito las pruebas de seguridad de la nueva línea. Mañana empezará la formación de los maquinistas para conocer el trazado ferroviario. Son los últimos pasos antes de que se homologue definitivamente una infraestructura de la que empezó a hablarse hace unos veinte años.
16 de diciembre es el día que está previsto que entre en funcionamiento la variante de la costa. Una fecha que está sujeta a los informes de homologaciónLos interrogantes sobre la nueva configuración ferroviaria han ido resolviéndose a volantazos. Y aún falta por conocerse lo que es el elemento clave para los usuarios: cómo quedará definitivamente el servicio, a partir de todos los cambios que comportará la entrada en funcionamiento de la nueva línea. Hay hermetismo alrededor de la propuesta que ha preparado el operador Renfe.
La empresa aún no la ha hecho pública, a la espera de que Adif finalizara su trabajo. Pese a ello, según ha podido saber el Diari, se confirma lo que ya en 2016 alertaron las plataformas de usuarios del transporte público. La ciudad de Tarragona perderá los trenes Euromed a partir de mediados de diciembre.
En total son dieciséis convoyes de ancho variable –ocho de ida y ocho de vuelta– que enlazan Alicante y Barcelona, y que dentro de poco pararán en la terminal de La Secuita. El tiempo del desplazamiento hasta Camp de Tarragona, se verá compensado por una reducción de entre diez y quince minutos en el tiempo del viaje a València con la nueva variante. Una situación que afectará a unos 300 usuarios diarios, que verán alterada su rutina. Y es que, según datos proporcionados por Renfe, durante el año pasado unas 94.000 personas utilizaron el servicio Euromed desde Tarragona.
Esto no significa que la estación urbana quedará relegada a los servicios de regionales y media. Está previsto que mantenga los cinco trenes Talgo, que durante el año pasado registraron la cifra de 81.000 viajeros.
La diferencia entre uno y otro es que, mientras que los Euromed enlazan Tarragona y València en dos horas y 14 minutos, los Talgo tardan 2 horas y 34 minutos. Unos tiempos que se verán reajustados a la espera de conocerse también si habrá cambios en los precios. Esta misma situación ya se registró con la entrada en funcionamiento de la línea del AVE Madrid-Barcelona, cuando los servicios convencionales que enlazaban Tarragona con la capital española y hacia el norte empezaron a salir desde La Secuita.
Menos tiempo de viaje
Renfe asegura que, con la propuesta de servicio que tiene en el cajón, la oferta «prácticamente se mantiene» y que habrá una mejora en el conjunto del Camp de Tarragona. Ésta vendrá dada principalmente porque la entrada en funcionamiento de la nueva infraestructura debe permitir que acaben definitivamente los problemas constantes en la R-16 (Tortosa-Tarragona-Barcelona) y, por tanto, se ganará fiabilidad. También porque si hay dieciséis trenes (los Euromed) que dejarán de circular por la vía de la costa podrá descongestionarse ligeramente una línea (la que enlaza Tarragona con Barcelona) con una densidad de tránsito muy elevado.
2 h 34 minutos es el tiempo de viaje desde Tarragona a València actualmente, un trayecto que se reducirá con la entrada en funcionamiento de la variante de la costaLa mejora de las comunicaciones con Barcelona es la asignatura pendiente. La estación de Tarragona ciudad registró durante el año pasado la cifra de 1.900.000 usuarios, lo que representa una media de 6.300 al día. Del total, el 92% utilizaron los servicios de cercanías y regionales, mientras que la larga distancia tan solo está detrás del 8% restante.
La Generalitat, que tiene competencias en materia de los servicios regionales y de cercanías, no ha querido hacer declaraciones al respecto. La administración autonómica presentó en abril del año pasado una propuesta de mejora que reforzaba las conexiones de Tarragona con la capital catalana con cinco nuevos convoyes. Además se afirmó que el tiempo de viaje entre ambas ciudades se reduciría en seis minutos.
No obstante, la mejora de la infraestructura ferroviaria entre Barcelona y València no se ha pensado para que la ciudad de Tarragona pudiera verse beneficiada por esta importante inversión, que se sitúa en unos 700 millones de euros.
Sin alta velocidad
La capital de la segunda área metropolitana de Catalunya sigue sin servicio de alta velocidad en el centro. Por el momento, la única posibilidad sería para cuando acaben las obras del tercer carril (previsto para 2022). Desde Tarragona ciudad podrían salir trenes lanzadera a Barcelona, pasando por la estación de Camp de Tarragona. Una opción que, por otro lado, es poco factible ya que para la terminal ubicada delante de la fachada marítima queda en una posición de cul de sac.
La capital de la segunda área metropolitana de Catalunya sigue sin alta velocidad en el centroAsí es que la solución definitiva debe ser la interconexión de vías, y de momento no ha aparecido en ningún mapa oficial del Ministerio de Fomento, por lo que las obras que se están realizando están pensadas básicamente para mejorar el transporte de mercancías.
El Ayuntamiento de Tarragona ha declinado hacer declaraciones sobre si hay conversaciones con el Ministerio de Fomento o Adif para resolver esta situación.
Diciembre 2019: se inicia la desconexión ferroviaria de Tarragona, Salou y Cambrils
La inminente puesta en marcha de la variante ferroviaria de Vandellòs, que pondrá fin al último tramo en vía única entre Barcelona y Valencia, tendrá graves efectos colaterales sobre las ciudades del Camp de Tarragona.