Carnestoltes, el rey de los poca-soltes, ya está en Reus. Como cada víspera de Dijous Gras, el monarca dio el pistoletazo de salida a siete días de celebración del Carnaval en la capital del Baix Camp.
Ayer, el protagonista de la celebración paseó y bailó por el centro la ciudad en el tradicional Ball de Carnestoltes i els Set Pecats Capitals. «Su majestad, invadamos la ciudad», le reclamó un miembro del baile. Con su llegada, y como dice el refrán, ya tot s’hi val hasta el Dimecres de Cendra.
Por Carnaval todas las bestias van sueltas, dicen, y las primeras en hacerlo en Reus fueron los siete pecados capitales, que no pasaron desapercibidos por las calles más céntricas.
La gula quería comerse el carro de la compra de una señora que veía con asombro aquel espectáculo, la lujuria seducía a todo ciudadano que se cruzara en su camino, la envidia se fijaba en las prendas más caras y a la moda que lucían la gente del público, la soberbia paseaba su altivez, la avaricia intentaba llevarse un perro bajo la sorpresa y negación de sus amos, y la pereza se detenía en los escaparates donde veía camas y sofás.
Lo de todo vale también se notó de otros modos. A su paso por la plaza Mercadal, el baile impuso su música, aunque de manera un poco más discreta que en otras calles, a una concentración de solidaridad con el pueblo palestina, que llevaba a cabo un minuto de silencio para recordar que ayer se cumplían cuatro meses del inicio de la guerra en la Franja de Gaza.
Con la música de la formación Staccato y las interacciones con el público, la Germandat dels Set Pecats Capitals y Carnestoltes consiguió atraer a cerca de un centenar de reusenses y curiosos que les acompañaron desde el principio de su ruta en el Campanaret, en la plaza Marià Fortuny.
Este no es el único acto de la Germandat, que ya es una entidad habitual y dinamizadora de estas fechas en la capital del Baix Camp. Una de ellas es la XVIII Mostra Fotogràfica del Carnaval de Reus, que recupera imágenes de esta fiesta desde su recuperación, pero también desde principio de siglo XX. Con ella se pueden ver los distintos elementos que han ido formando parte de la programación del Carnaval reusense.
Esta se podrá visitar hasta el día 17 de febrero, de martes a sábado, y de 11 de la mañana a 1 del mediodía, y de 5 de la tarde a 8, en la sala de exposiciones del Palau Bofarull.
Después del primer paseo del rey Carnestoltes por las calles de Reus, hoy, Dijous Gras, es uno de los platos fuertes de esta celebración. A partir de las 11 de la mañana, en el Mercat Central, habrá de degustación de la botifarra d’ou. Y pocos minutos antes de las 9 de la noche, y en la plaza del Mercadal, se celebrará el esparcimiento de cenizas de su Majestad el Rey Carnestoltes LXIII y se invocará al espíritu carnavalesco.
Tras esta tradicional ceremonia, el monarca leerá su pregón de inicio de fiesta y una vez haya acabado esta fiesta, las entidades que forman parte de la programación del Carnaval reusense disfrazarán a las esculturas más famosas del centro de la ciudad.
Con ello, Reus empieza unos días de fiesta que vivirán su clímax el sábado y el domingo, con la celebración de las rúas que este año contarán con 41 comparsas. Una festividad que dura una semana: «Ojalá esta magia se quede entre nosotros para siempre», le suplicó ayer un miembro de la Germandat al rey de la fiesta.
