El proyecto municipal que dinamiza la ocupación de locales comerciales vacíos en distintas zonas de la ciudad, Reus Espais Vius, prevé cuatro aperturas próximas y alcanza, desde su puesta en marcha en 2021, hasta 175 personas interesadas y 159 asesoramientos a emprendedores. La evolución de la acción que lidera la concejalía de Empresa i Ocupació del Ayuntamiento de Reus sigue su curso, puesto que a finales de la semana pasada abrieron dos negocios en el arrabal de Robuster: Tecnik y Mediterae, naturaleza de los cuales el Diari ya se hizo eco en la edición del pasado mes de mayo.
A modo de recordatorio, la primera actividad está relacionada con la venta de artículos y equipos tecnológicos reacondicionados, así les dan una segunda vida; y, en el segundo caso, se trata de un negocio en el que abordan la gestión de conflictos a través de la mediación y terapias naturales.
Reus Espais Vius, a día de hoy con tres fases existentes y ubicadas en distintas áreas de la ciudad, tiene las dos primeras avanzadas. En este sentido, la zona 1 (arrabales de Robuster y de Sant Pere) y la zona 2 (arrabales del Pallol y de Martí Folguera) suman actualmente 13 proyectos instalados, cifra en la que ya están integradas las dos últimas aperturas de local anteriormente mencionadas.
«Las nuevas aperturas de negocios en el eje de los arrabales ponen de manifiesto que el proyecto Reus Espais Vius ha logrado la madurez y está consiguiendo su objetivo de transformación y cambio positivo con la dinamización del espacio y de la zona comercial», expone el concejal de Empresa i Ocupació, Carles Prats.
El establecimiento de nuevos negocios a raíz del proyecto, prosigue, «ha atraído la atención de otras personas emprendedoras que han apostado por abrir sus negocios en los arrabales y esto demuestra que la transformación se ha materializado». Y es que, según contabilizan desde la concejalía, alrededor de seis negocios, ajenos al proyecto de dinamización comercial, se han abierto en las zonas 1 y 2. Algo que, aunque pueda o no deberse a la acción que nos ocupa, Prats observa que, si más no, «se ha conseguido generar un foco de atracción en la zona». «Nuestra intención es seguir trabajando creando una comunidad, para que también estos negocios hagan suyos los valores transformadores del proyecto y se generen sinergias entre ellos», completa el edil.
Comunidad emprendedora
Y es que, otra de las partes del proyecto propone crear una comunidad emprendedora en reuniones en las que se fomente un ecosistema sólido de ideas. Algo que, por ahora, se ha hecho entre los emprendedores que han abierto su negocio en las dos primeras zonas. Hasta el mes de noviembre se programará una sesión de trabajo mensual en la que se abordarán temas que se definirán en función de los intereses y necesidades de los participantes. Las reuniones permitirán a los integrantes de la comunidad emprendedora compartir experiencias sobre el modelo de negocio y establecer colaboraciones.
En otro orden de cosas, la tercera zona es la que más locales vacíos alberga: ni más ni menos que 91. Se trata de una zona extensa, la del norte, y que comprende el barrio Niloga por la calle Selva del Camp, la calle Ample, la avenida Onze de Setembre, la calle de Doctor Domènech, de Gaudí y la de Doctor Robert. Esta fase más reciente cuenta con una dotación económica de 190.000 euros y aún se está trabajando en las adhesiones de los propietarios de los locales vacíos al proyecto.