Las discotecas cifran las pérdidas de final de año en un 15% de los ingresos anuales

El cierre del ocio nocturno durante estas fechas ha hundido a los empresarios del sector, obligados a devolver el dinero de las entradas ya vendidas para la fiesta de Nochevieja

31 diciembre 2021 12:10 | Actualizado a 31 diciembre 2021 12:55
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Las discotecas tarraconenses Totem y Premium Club ya habían vendido entre el 70 y el 90% de las entradas de la fiesta de Fin de Año de esta noche, cuando el gobierno de la Generalitat anunciaba la medida del cierre total del ocio nocturno. Esto significa que los propietarios de estos establecimientos se ven ahora obligados a devolver el dinero de las entradas. El problema es que ya no disponen de parte de este dinero, después de haber comprado género y de haber hecho frente a otros gastos destinados a la última noche del año. Esta situación, sumada a los meses que han tenido cerrado sus negocios por la pandemia, ha acabado de hundir a un sector que ve complicado resurgir.

Las discotecas de Tarragona cifran las pérdidas de este final de año en un 15% de los ingresos totales que pueden llegar a tener en un año. «Es la época que más trabajamos. Hay cenas de empresa y reencuentros familiares y de amigos», explica Toni Vera, propietario de la discoteca Premium Club, quien se queja de que sea justo ahora cuando la Generalitat impone las restricciones. «Y ya no es que nos cerrarán, es que, desde principios de diciembre, ha habido un movimiento mediático que ha llevado a que muchas personas hayan anulado cenas de empresa. También nos ha perjudicado mucho», comenta Vera. El sector ha calculado que las pérdidas, solo por el hecho de cerrar en Fin de Año, ascienden a unos 50 millones de euros a nivel de Catalunya.

Tanto el Totem como el Premium Club estudian ahora la mejor manera de devolver el dinero de las entradas a sus clientes, después de que ayer el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) decidiera mantener cerrado el ocio nocturno, rechazando así el recurso de Fecasarm. La patronal había pedido a la justicia medidas cautelarísimas, alegando la importancia de la noche de Fin de Año para el sector.

Los almacenes de estos empresarios están llenos a rebosar. «Con la amenaza de la huelga de transporte, compramos mucho stock para no quedarnos sin provisiones y, así, poder abastecer sin problema todas las fiestas de Navidad y, sobre todo, el Fin de Año», explica Christian Compte, de la discoteca Totem, quien asegura que «el alcohol no caduca, pero las Coca-colas sí. Veremos qué hacemos ahora, con los almacenes llenos, los trabajadores en ERTE y las puertas de los locales cerradas».

Lo que más indigna a los empresarios del ocio nocturno de la ciudad es que muchos tarraconenses han optado por marcharse a otras comunidades autónomas cercanas que no tengan toque de queda y que las discotecas estén abiertas. «Devolvemos el dinero de las entradas para que se los gasten en otras discotecas», añade Compte.

Quieren indemnizaciones

Para los empresarios del ocio nocturno, el cierre de sus negocios justo en este momento «no tiene ningún sentido». Compte asegura que «hicimos todo lo que nos pidieron. Reforzamos la seguridad dentro y fuera de los locales, contribuimos a que los jóvenes se vacunaran y no hay ningún estudio que demuestre que nuestros establecimientos sean un foco de contagio». Compte añade: «y, pese a ello, somos los primeros y únicos en cerrar». Para estos empresarios, «las medidas implantadas por la Generalitat no tienen una base sólida, ya que Catalunya es una de las comunidades más restrictivas y donde el virus más ha atacado», dice Compte.

El sector está convencido de que la medida se alargará más de quince días. «No queremos más ayudas. Deben indemnizarnos porque el gobierno nos ha expropiado nuestro trabajo», comenta Vera. En esta misma línea, Compte asegura que «en muchos países europeos, con una mano el gobierna cierra y, con la otra, da ayudas económicas. Aquí esto no pasa».

Hace unos meses, antes de que el ocio nocturno abriera, los empresarios tarraconenses mandaron al Ayuntamiento una carta que contemplaba seis propuestas con el objetivo de minimizar las consecuencias tras 18 meses cerrados. Una de ellas era la de flexibilizar licencias para convertir las discotecas en bares o restaurantes. La medida sigue encima de la mesa y, por su parte, el Ayuntamiento asegura que se está trabajando en esta línea y aseguran que, en algunos casos, ya se ha llevado a cabo. Se avecinan semanas duras para un sector que la pandemia ha tocado y hundido.

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